McLaren, por encima de todo
Más allá de la vistosidad del doblete conseguido por McLaren, la carrera que se celebró ayer constata la tremenda mejora que han experimentado los monoplazas de la escudería de Woking en las últimas pruebas. Por más que fueron los propios pilotos de Red Bull los que se autoeliminaron, Lewis Hamilton y Jenson Button circularon con Mark Webber y Sebastian Vettel hasta el incidente que les dejó el camino despejado, lo que constata el progreso de los bólidos plateados. En McLaren sabían que en este circuito estarían muy cerca de los Red Bull porque tiene un par de rectas largas y varias curvas rápidas, en las que Hamilton y Button pudieron aprovechar las prestaciones del conducto f. Hay que tener en cuenta que se trata de un invento de McLaren y que, mientras los demás equipos están poniendo mucho empeño y dinero en tratar de incorporarlo a sus coches, Lewis y Jenson llevan sacándole el máximo partido desde la primera cita, en Bahrein. En Turquía, el McLaren fue uno de los más veloces, si no el que más, y es de esperar que ocurra lo mismo dentro de dos semanas, en Montreal, otro de los trazados más rápidos del calendario del Mundial. El propulsor Mercedes, el más potente de la parrilla, es otro elemento que juega a su favor.
A la hora de analizar la evolución del MP4-25, hay que tener en cuenta varios aspectos que están interrelacionados y que tienen que ver con la filosofía que siempre ha definido a McLaren. La marca está por encima de cualquier otro elemento, pilotos aparte, y eso es algo que, por ejemplo, no ocurre en Red Bull, donde toda la escudería respira al compás que dicta Adrian Newey. En su día, Adrian se fue de McLaren, donde la responsabilidad técnica está muy repartida entre los ingenieros y estos, a su vez, trabajan bajo el paraguas de la marca, que trata de no exponerles demasiado para que las otras estructuras no tengan la tentación de ficharles. Los grandes genios esperan que se les considere como tales, que se les cuide y que, de vez en cuando, se les diga lo buenos que son y lo bien que lo hacen. McLaren no está acostumbrado a eso a pesar de que sus especialistas han conseguido que el MP4-25 sea el segundo coche más trabajado desde el punto de vista aerodinámico. Además de ello, también es importante destacar el dineral que se invierte desde Woking en mejorar el coche, la tremenda experiencia en las carreras que acumula la mayor parte de la gente que trabaja allí y lo bien estructurado que está el departamento técnico.
Es significativo, por otro lado, que dos pilotos tan distintos como Hamilton y Button sean tan competitivos con el mismo bólido. Es verdad que cada uno se lo adapta a sus necesidades mediante la puesta a punto, pero la base del prototipo es la misma y todo lo anterior pone en relieve que es buena.
Hamilton es un piloto mucho más agresivo y eso provoca que desgaste mucho más los neumáticos. Normalmente, corre más cómodo cuando puede exprimir los compuestos duros porque, gracias a su empuje, consigue hacer que trabajen. Sin embargo, los problemas se le aparecen cuando debe colocar los blandos, que le duran un suspiro. Se vio en Australia, donde colocó dos juegos nuevos y llegó a las últimas vueltas prácticamente con las fibras. En aquella ocasión, Hamilton realizó dos paradas, una más que su compañero, que ganó la carrera. A Button, por su parte, le ocurre justamente lo contrario. La conducción del actual campeón es mucho más suave, y eso le beneficia cuando su monoplaza circula con las gomas blandas porque las conserva mucho más que la mayoría, una circunstancia que este año, con los más de 140 kilos de gasolina que cargan los depósitos durante las primeras vueltas, ha adquirido gran trascendencia.
