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El PP se lava las manos sobre Gondomar y contraataca al PSdeG

Los populares tratan de tapar sus casos de corrupción con acusaciones a los socialistas

Mientras alimenta el suspense sobre la hipotética trama que el PSOE habría ideado para contratar personal (47 empleados, según Antonio Rodríguez Miranda) a través de organizaciones y sindicatos afines, la dirección regional del PP intenta pasar de puntillas sobre el caso de corrupción destapado en Gondomar. Que en la localidad pontevedresa uno de sus ex concejales haya confesado al juez que, junto a otro edil, cobró 60.000 euros y pactó percibir 900.000 más de comisiones ilegales a promotores inmobiliarios para financiar la campaña del PP y un grupo de independientes no ha merecido ninguna reacción en la cúpula de los populares gallegos.

Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, que ya lo era cuando la Guardia Civil sorprendió en febrero de 2007 a los ediles cobrando las comisiones ilegales en el baño de una cafetería de Vigo, guarda silencio. Igual que el secretario general, Alfonso Rueda, látigo del bipartito que llegó a pedir dimisiones cuando supo que alguna conselleira usaba el coche oficial para ir a la peluquería. Antonio Rodríguez Miranda, el número tres que todavía este año tuvo que devolver 11.000 euros en dietas al Parlamento que había cobrado pese a viajar de forma regular en el coche oficial del vicepresidente de la Cámara y ahora enemigo confeso, Xosé Manuel Baltar, también permanece mudo, mientras el partido anuncia nuevas comparecencias para ahondar en lo que Miranda considera "red de financiación ilegal del PSOE".

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Ayer tras la reunión de la Junta de Portavoces en el parlamento, fue Manuel Ruiz Rivas quien se vio obligado a dar la cara, y de paso evidenció la doble vara de medir de los populares gallegos. Ruiz Rivas alegó que su partido "no tiene nada que ver con los actos de una determinada persona", en referencia a Gondomar, pero consideró "extraordinariamente grave" el supuesto desvío de 645.000 euros a agrupaciones "fantasma" del PSOE y pidió a los socialistas una explicación creíble y suficiente. Para encarar la pregunta sobre el actual jefe territorial de Medio Ambiente en Pontevedra, Evaristo Juncal, que vendió tres empresas a testaferros de narcos, Ruiz Rivas volvió a tirar del primer argumentario y dijo desconocer "las actividades privadas de ese señor".

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Socialistas y nacionalistas no fueron tan comprensivos con la corrupción que sacude al PP de Gondomar. Tras anunciar que enviará la declaración del ex concejal del PP a la Fiscalía Anticorrupción, el PSdeG, a través de su portavoz, Mar Barcón, aseguró que "algo huele a podrido en Pontevedra" y reclamó explicaciones a Feijóo, Rueda y Louzán.

Barcón exigió a los tres y también al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, que abran las ventanas del partido en Pontevedra y anunció acciones en varios frentes, entre ellos ante la Axencia de Protección de la Legalidade Urbanística para que investigue los convenios avalados por el Ayuntamiento de Gondomar para beneficiar a las promotoras que pagaban las comisiones.

Desde el Bloque, su portavoz parlamentario, Carlos Aymerich, tiró de ironía y se mostró "muy extrañado" de que estas cosas sucedan en el PP. "Se probó que en Gondomar lo que estaba podrido no era una manzana, sino toda la cesta", acusó. Aludió a la trama Gürtel y se preguntó si el jefe territorial de Medio Ambiente en Pontevedra o su consellería tiene previsto dar alguna explicación.

Entretanto, el PP contraprograma con otra rueda de prensa para esta mañana y promete desvelar nuevas ramificaciones de la supuesta trama socialista. Los populares ponen todos los focos sobre el portavoz socialista, Pablo García, que, al contrario de lo que publicó este periódico ayer, no está imputado por ningún juez. Los populares lo acusan de tejer una red de financiación para el PSOE desde su anterior cargo en Unións Agrarias.

Mientras Mariano Rajoy propone reducir la publicidad de campaña a las dos últimas semanas, su candidato en Ferrol, José Manuel Rey, inauguró ayer las primeras vallas electorales cuando falta un año para los comicios.

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