La explosión de la pirotécnica sevillana se cobra un quinto fallecido
La explosión de una fábrica pirotécnica en Benacazón (Sevilla) se cobró ayer su quinta víctima mortal. Alejandro V. C., que resultó herido grave el pasado jueves en la explosión de la fábrica, murió por la mañana después de mantenerse 24 horas en estado crítico. Alejandro V. C. sufrió quemaduras en el 85% del cuerpo. Estaba en la Unidad de Quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Una fuente de la investigación recalcó ayer "que hace 15 días la empresa pirotécnica Virgen de las Nieves pasó una inspección de la Guardia Civil y todo estaba perfectamente". "Ahora se está trabajando en averiguar por qué ha pasado esto. Se busca determinar cuál es el origen de la explosión", agregó esta fuente.
Se barajan distintas hipótesis para el origen de la deflagración. Entre las posibilidades figuran el error humano o la acumulación de gases. En los días anteriores al accidente hizo mucho calor en la zona. Hubo picos de 38 grados. "Cualquier circunstancia en apariencia sin importancia puede producir una chispa que provoque una explosión", puntualizó la fuente de la investigación, que resalta que "la nave donde se produjo la deflagración era de reciente construcción y tenía todas las medidas de seguridad".
Los fallecidos el jueves son Antonio G. P., Antonio M. R., Juan G. G. y Manuel G. M. La identificación de los cuerpos es complicada debido a los efectos del fuego. Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla concluyeron a las 12.00 de ayer las autopsias de los cuerpos de los cuatro fallecidos el jueves.
Los médicos forenses consideraron necesaria la realización de pruebas de ADN para su identificación, según informó la Consejería de Gobernación y Justicia. Los cadáveres están muy afectados por el fuego. No es posible identificarlos "por reconocimiento externo ni mediante huellas dactilares", según constataron los forenses.
Por ello se empleará la técnica de identificación por ADN y su cotejo con familiares. Esta técnica requiere un tiempo prolongado de análisis que no será inferior a las 72 horas y que se llevará a cabo en Madrid.
