_
_
_
_
_
Las consecuencias del ajuste económico

Rajoy se reafirma y rechaza en España los recortes de sus socios europeos

Los populares insisten en que ningún conservador ha tocado las pensiones

Carlos E. Cué

Pese al debate previo que hubo en el seno de su partido, con muchas dudas, una vez que Mariano Rajoy decidió votar no a los recortes planteados por el Ejecutivo, todo el PP se ha puesto detrás de él a defender esa apuesta que le ha generado importantes críticas, especialmente en el mundo empresarial. Los populares no dudan ya. Ni siquiera ahora que los recortes anunciados por Angela Merkel, la dirigente conservadora a la que, con el francés Nicolás Sarkozy, siempre pone el PP de ejemplo, han servido para que el PSOE atacara la posición de Rajoy.

El PP ha estudiado las medidas alemanas, y las que se han anunciado en otros países con Gobiernos conservadores, como Italia, Francia o el Reino Unido, para preparar su defensa frente al ataque del PSOE. Y aunque aún no se han visto obligados a responder a muchas preguntas, los populares ya tienen una respuesta socorrida: ninguno de los presidentes conservadores europeos, dicen en privado, ha planteado, como Zapatero en España, congelar las pensiones.

Más información
Zapatero pretende eliminar unas 100 de las 1.095 subdirecciones generales

Esa es la medida que el PP considera más impopular -hay ocho millones de pensionistas en España, una clientela electoral en la que el PP tiene mucha fuerza, al contrario de lo que le sucede con los jóvenes, aunque la congelación afecta solo a los cinco millones que más ingresan- y a la que se aferra para justificar su rechazo a unos recortes drásticos que reclamó sin éxito durante dos años.

Los populares obvian así todas las demás similitudes, a las que se han opuesto en España pero que no critican en los otros Gobiernos europeos, como la bajada de sueldos a los funcionarios.

Otro de los asuntos que complica la argumentación del PP es el hecho de que prácticamente todos sus socios del Partido Popular Europeo que gobiernan, angustiados como España por una caída de los ingresos públicos, están planteando de una u otra manera subidas de impuestos, como se puede apreciar en el gráfico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La respuesta del entorno de Rajoy, después de un análisis rápido de algunas de las propuestas, especialmente las alemanas, las más sonadas, es que esas subidas de impuestos no se han dirigido, como en España, a los ciudadanos -a través de la subida del IVA, contra la que el PP ha llegado a montar una campaña en la calle de recogida de firmas-, sino a los bancos o a distintos sectores como el de la energía. No es del todo cierto, ya que Alemania ya subió el IVA recientemente y otros países se plantean medidas similares, además del hecho de que España tiene una de las tasas de IVA más bajas de su entorno.

El PP no quiere aún aclarar, hasta conocer la posición del Gobierno español, si estarían de acuerdo con un nuevo impuesto para las transacciones financieras como el que plantea Alemania. Pero sobre todo los dirigentes populares insisten en un argumento: no se puede comparar la situación de España con la de ningún otro país del entorno, porque nadie tiene una tasa del 20% de paro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_