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Cárcel para los expoliadores del Palau

Una celda para dos saqueadores

Millet y Montull piden gafas para poder leer y reciben la visita de sus familias

Jesús García Bueno

Los encuentros entre Félix Millet y La Modelo siempre han sido efímeros. En 1983, el saqueador confeso del Palau de la Música pasó unos días en la cárcel barcelonesa por el caso Renta Catalana. Pasadas las nueve de la noche del jueves, casi 27 años después de aquella primera cita, Millet regresó al penal. Su estancia fue aún más breve en esta ocasión: apenas dos horas después de entrar en el recinto, él y su lugarteniente, Jordi Montull, recorrieron 40 kilómetros en un furgón policial para llegar a Brians 2.

La Modelo es la cárcel de referencia para los presos preventivos, pero está saturada. Esa es la razón, según fuentes de Justicia, de que se trasladara a Millet y a Montull a la cárcel de Sant Esteve Sesrovires, que fue inaugurada hace apenas tres años y ofrece muchas más comodidades que La Modelo. La seguridad de los dos acusados -que en los últimos meses han aparecido públicamente en numerosas ocasiones- también pudo tenerse en cuenta para cursar el traslado, según fuentes de prisiones.

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Millet y Montull llegaron a medianoche al módulo de ingresos de Brians 2. Montull lo hizo con un aparato al que necesita conectarse mientras duerme para poder respirar. Para estos dos hombres, acusados de tráfico de influencias y apropiación indebida por el hotel del Palau, la jornada había resultado larga y dura. Por la tarde, tras declarar ante la juez, maduraron la idea de que, tal vez, ingresarían en prisión. Sus abogados ratificaron los malos augurios a las siete de la tarde y, un poco más tarde, el secretario judicial (y no la juez, Míriam de Rosa) les confirmó la decisión: ingreso en prisión provisional y sin fianza. Los abogados temieron que los antiguos máximos responsables del Palau de la Música se derrumbaran. Pero no lo hicieron.

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Millet y Montull pidieron a sus abogados que les llevaran a Brians 2 gafas para leer. Ayer, pudieron revisar en la celda el auto de prisión. Jordi Montull se mostró preocupado por su estado de salud, pero los funcionarios le comunicaron que pasaría una revisión. El comportamiento de ambos en el módulo de ingresos fue de lo más normal: dieron un pequeño paseo por el patio, comieron -ninguno de los dos tiene manías con la comida, de modo que les sirvieron un menú normal- y recibieron a sus familiares. Fue la única alegría de un día amargo.

Por la tarde, Servicios Penitenciarios decidió trasladar a los presos al módulo 6, donde estarán en régimen ordinario. Según fuentes sindicales, a Millet y Montull se les aplicó un protocolo especial de seguridad, reservado a casos concretos. Una de las normas que fija ese protocolo es que, cuando los presos se dirijan a la zona del locutorio, el pasillo que deben atravesar (la "calle Mayor", como la llaman en el centro) debe quedar "completamente despejado", según las mismas fuentes.

Fuentes de Prisiones aseguraron ayer que Millet y Montull comparten la misma celda del módulo 6. Es habitual que, si dos personas que entran juntas a la cárcel y tienen vínculos familiares o de amistad, duerman en la misma estancia. La celda dispone de sanitario, lavamanos, espejo, una ducha interna y dos camas tipo litera. Lo que no pudieron aclarar las mismas fuentes es quién se quedó con la cama de arriba y quién con la de abajo.

Millet y Montull inician ahora una vida (provisional) como reos ordinarios de Brians 2. El ex presidente del Palau de la Música ya conoce la vida carcelaria; al menos, la de los años ochenta. En los pocos días que pasó entonces en La Modelo se movió con soltura, a juzgar por lo que él comentaba tras su paso por la celda. Millet daba a entender que la cárcel no es un lugar tan espantoso como lo pintan y que incluso hizo relaciones sociales. El saqueador confeso del Palau comentaba que llegó a conocer en prisión a un marino al que, tras salir de la cárcel, contrató como capitán de su barco.

Una de las celdas de la cárcel de Brians 2 , en Sant Esteve Sesrovires.
Una de las celdas de la cárcel de Brians 2 , en Sant Esteve Sesrovires.CARLES RIBAS

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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