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SUDÁFRICA 2010 | Octavos: Alemania-Inglaterra
Columna
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¿Qué hubiera dicho Churchill?

Hace cuatro días, la selección inglesa estaba rota en pedazos. Ahora, tras la victoria ante Eslovenia, solo la veo muy frágil. Es un equipo que se está buscando. Tiene un picor que no logra rascarse. Lo que quiere decir lo tiene en la punta de la lengua, ¿te acuerdas de... cómo se llama? La duda, la duda. Sabe lo que quiere, pero lo que no sabe es cómo hacerlo.

Básicamente lo que quiere hacer es coger el balón en el centro del campo, mandarlo a la banda y centrarlo hacia Rooney, Defoe y los centrocampistas que llegan al área contraria. Una especie de Barrio Sésamo, no obstante. Si no tiene el balón, el curso se complica. Aunque los ingleses recuperan muchos balones, pero más le valdría perderlos en menor medida.

Manda narices que los inventores del fútbol tengamos que fiarnos a un italiano
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Érase una vez, cuando jugando contra Alemania no importaba nada la posesión porque jugar contra ellos era como jugar contra nosotros mismos... He visto partidos entre Alemania e Inglaterra en los que lo más sorprendente era que el balón no saliera en camilla. Pero ahora no. Los alemanes han incorporado cierta artesanía a su juego. Ahora perder el balón tendrá su repercusión.

Alemania tiene una nueva generación de futbolistas que no saben qué es un panzer. Tal vez sean producto del mestizaje. Özil es un futbolista especial, hábil, de toque preciso, con gran visión. Tiene raíces turcas, 1,80m y 70 kilos (mojado). También tiene polacos, el intermitente Podolsky y el veterano Klose, una especie de Billy el Niño pero en adulto. El joven Müller ofrece frescura por la banda sobre todo cuando se asocia con Özil.

Pero Alemania no sería Alemania sin su dosis de casta germánica. Un remodelado Schweinsteiger ocupa el eje central del campo y, rodeado de jugadores más artesanales, no desentona, sino que parece necesario. En fin, algo está cambiando en Alemania y a mí me gusta.

La rivalidad futbolística entre los dos países comienza de veras tan solo 21 años después de la segunda guerra mundial. En 1966, Inglaterra gana el Mundial en Londres (4-2) tras una prórroga polémica (el tercer gol inglés no traspasa la línea de gol). Todavía hoy en día se discute sobre su validez (no admite discusión alguna). No obstante, los alemanes se han vengado ya hasta decir basta. Inglaterra ha sido incapaz de volver a ganarles en una fase final desde entonces. Es cierto, no obstante, que Los Tres Leones les han ganado varios veces en partidos menores, pero la frustración inglesa la definió el ex blaugrana Gary Lineker, cuando dijo que "el fútbol es un juego entre dos equipos que acaba ganando siempre Alemania".

En Bloemfontein veremos el siguiente capítulo de una de las rivalidades más antiguas del fútbol, dos países enormemente orgullosos cara a cara, buscando un puesto en los cuartos de final del Mundial. Soy inglés de nacimiento y estoy hasta la moña de perder ante Alemania, y manda narices que los inventores de esto tenemos que esperar que un italiano (Fabio Capello) nos enseñe cómo meter mano a nuestros queridos rivales de toda la vida. ¿Qué hubiera dicho Sir Winston Churchill?

Capello, tras Wright-Philips y Gerrard, en un entrenamiento.
Capello, tras Wright-Philips y Gerrard, en un entrenamiento.AFP

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