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Amy Winehouse renace

Su padre anuncia su rehabilitación y un nuevo noviazgo

La nueva Amy Winehouse parece haber abandonado su conocida afición a cerrar los pubs y clubes del norte de Londres en pos de una vida más saludable que reanime su carrera y su vida. La cantante británica, de 26 años, estrenaba esta semana para los focos de la prensa un aspecto estupendo y una imagen casi risueña a las puertas del Royal Albert Hall, donde acudió acompañada de su nuevo novio y de ese padre persistente -Mitch Winehouse- que ha venido apuntalándola tras sus excesos etílicos y con sustancias peligrosas.

El propio progenitor fue quien semanas atrás confirmaba pletórico la buena forma de su hija y la relación que ha iniciado con el director cinematográfico Reg Traviss (33 años), a quien considera en parte responsable del viraje en el estilo de vida de la artista. La intérprete de Back to black compareció el jueves en el concierto del veterano crooner Tony Bennett ataviada con un minivestido negro -que hacía más prominentes sus exagerados implantes en los pechos-, pronunciado maquillaje de ojos y el famoso moño que ha convertido en referencia estética.

La cantante ha empezado una relación con el cineasta reg traviss
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Sus amigos destacan que está feliz y relajada, dispuesta a lanzar pronto nuevo material discográfico y, sobre todo, sobria. Ha decidido borrarse el tatuaje con el nombre de su ex marido, el conflictivo Blake Fielder-Civil (hace dos años fue encarcelado por asalto e intento de soborno a un testigo), dar carpetazo a los intentos de reconciliación y con ello finiquitar una etapa en la que Winehouse nutría titulares por motivos extramusicales.

Traviss, su nuevo compañero, aparece como el reverso de la moneda, un tipo tranquilo, de carrera discreta pero ascendente y más bien formalito que se presentó en el concierto londinense con corbata y aburrido traje gris. El otro hombre en la vida de Amy es el famoso padre, consejero y portavoz, que a la postre ha acabado adelantándosele en el mercado con el lanzamiento de un álbum (Rush of love) donde entremezcla covers de jazz con algunos temas originales. Asegura que llevaba años barruntándolo pero no se ha atrevido hasta comprobar que su hija está de nuevo encarrilada. Y, a tenor del veredicto de la prensa especialidad, tampoco Mitch Winehouse lo hace nada mal.

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