"No sé si es legal lo que hacemos, pero es de sentido común"

Camina relajado por el paseo marítimo de Calafell (Tarragona, 24.000 habitantes), pero no deja de escudriñar el horizonte en busca de manteros. Ni uno: los inmigrantes respetan, por ahora, el pacto. Jordi Sánchez (PSC), el alcalde que ha ordenado a la Policía Local hacer la vista gorda cuando la venta de productos falsificados se realice en la zona acotada por el consistorio, destaca la efectividad de la medida que también ha aplicado el alcalde de El Vendrell, Benet Jané (CiU). "Los ciudadanos nos felicitan", dice.

P. ¿Cómo llega un alcalde a legalizar una actividad ilegal?

R. Cuando la situación se vuelve insostenible. El problema de los manteros nos ha desbordado los últimos tres años: llegan tantos que perseguirlos ni es posible ni tiene sentido.

P. Ese argumento justificaría la designación de zonas para otros delitos. ¿Cuál es el límite?

R. Lo fija el sentido común. Un alcalde debe proteger a sus ciudadanos y solo hemos aportado el sentido común que ni las leyes ni el Gobierno aplican con los manteros.

P. Pero la actuación del Gobierno es legal. ¿Y la suya?

R. No sé si es legal, quizá tengamos problemas porque las leyes están para cumplirlas, sin duda, pero es de sentido común. Pero la ley no es una línea recta, deja cierto margen. No puede legislarse sobre todo y hay que interpretarla. Sabemos que los manteros están en situación irregular, que la venta es ilegal. Pero hemos frenado otro problema más grave: no hay conflictos ni tensión como los que había antes. Algunos partidos se quejarán para hacer daño, por los intereses partidistas. El problema es otro: los gobernantes cambiarán mañana, pero los manteros seguirán aquí.

P. ¿Y usted sí sabe cómo resolverlo?

R. No, esto es solo un parche. Confiábamos en que el Gobierno y la Generalitat cumplirían con sus competencias. No ha sido así y dicen que es competencia municipal. Ni hablar, es un embrollo de sin papeles, sin permisos para trabajar, sin vías para subsistir. No depende de un alcalde.

P. Y cuando el parche se agote, ¿cuál será el próximo paso?

R. Yo solo soy un alcalde ante un problema de ámbito nacional. Dependerá del ministro del Interior, el de Trabajo, el de Industria. Será difícil porque necesitamos un salto cualitativo: faltan buenos líderes que aporten soluciones. Pero, por ahora, nuestra medida resuelve más problemas de los que puede generar.

P. Los comerciantes que pagan impuestos critican el agravio comparativo.

R. No existe ningún agravio. Los manteros son gente que malvive en la calle para tener qué echarse a la boca. Son dos realidades incomparables.