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Merkel rechaza una rebaja fiscal pese al tirón económico

La canciller responde a sus socios liberales que la prioridad es el déficit

La canciller de Alemania, Angela Merkel, dio ayer por finalizadas sus vacaciones con una rotunda negativa a bajar los impuestos. El sorprendente despegue económico alemán en el segundo trimestre ha dado alas a nuevas especulaciones sobre rebajas fiscales. El Producto Interior Bruto (PIB) alemán creció en ese periodo un 2,2% respecto a los primeros tres meses del año. El portavoz gubernamental, Steffen Seibert, se estrenó explicando que "la prioridad es la consolidación presupuestaria". Según el flamante vocero de Merkel, la canciller democristiana (CDU) aclaró en una conversación telefónica con su socio liberal, Guido Westerwelle (FDP), que el plan de austeridad "no es prescindible". Seibert aseguró que hay acuerdo al respecto entre democristianos y liberales. Sostuvo asimismo que el déficit de "entre 60.000 y 65.000 millones de euros" en 2010 demuestra que "no es que tengamos más dinero, sino solo algunas deudas menos".

"No es que tengamos más dinero, solo unas deudas menos"

No obstante, el líder del FDP había pedido recientemente que se aproveche la ocasión para recortar impuestos en la medida de lo posible. El vicecanciller y ministro de exteriores, Westerwelle, cuya popularidad está de capa caída, conminó a repartir "los dividendos del auge económico". Pero el ambicioso plan de austeridad de su Gobierno contempla ahorrar 80.000 millones de euros hasta 2014, dando al traste con las aspiraciones liberales de reformar sustancialmente el fisco y de rebajar la presión sobre las clases medias. Echando, además, a perder las expectativas de voto liberal, que en los sondeos dejan al FDP al borde de la insignificancia. La Unión Demócrata Cristiana de Merkel se opone a reformar el plan de ahorro con rebajas del IRPF, pero debate sobre la simplificación del sistema fiscal. El representante del ala empresarial de la CDU en el Parlamento, Christian von Stetten, propone una reforma que reduciría los ingresos públicos en 500.000 euros.

Entre tanto, los augures económicos pronostican para el año en curso un crecimiento récord del 3% en Alemania. Seibert no asumió estos datos y dijo que el Gobierno publicará en octubre sus propios pronósticos. Frank Schäffler, diputado federal del FDP, contravino ayer al portavoz explicando que la reducción fiscal es "necesaria y acertada" en esta legislatura. En la edición del martes del diario económico Handelsblatt, otro liberal, Hermann Otto Solms, riza el rizo pidiendo que se apliquen todas las medidas de austeridad previstas en el plan del Gobierno. Parece que los socios están dispuestos a hacer de la impresionante recuperación económica una nueva causa de disenso en el Gobierno.

La canciller Angela Merkel gesticula durante una conferencia de prensa ayer en Berlín.
La canciller Angela Merkel gesticula durante una conferencia de prensa ayer en Berlín.AFP

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