El Gobierno argentino cerrará el proveedor en Internet de 'Clarín"
Un conflicto político se ha desatado en Argentina porque el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció el pasado jueves la cancelación de la licencia de operadora de Internet del principal grupo de medios Clarín, Fibertel. Diputados de la oposición anunciaron ayer que presentarán un proyecto de ley para revertir la medida contra Clarín, diario que mantiene un fuerte enfrentamiento con los Kirchner desde el conflicto agrario de 2008.
El Gobierno ha decidido retirar la licencia a Fibertel, que cuenta con un millón de clientes, por presuntos "incumplimientos" de las normas de telecomunicaciones de Argentina, según anunció el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido. Los usuarios tienen 90 días para cambiarse de proveedor. Los mayores competidores de Fibertel son las operadoras de Telefónica y de Telecom Argentina (controlada por Telecom Italia). Sin embargo, el Ejecutivo ha intentado negar que su decisión favorezca a estas empresas. "No es cierto que el que deja de tener el servicio de Fibertel queda en manos de las telefónicas. Hay diferentes compañías, infinidad de cooperativas a lo ancho y largo del país. Hay 200 prestadores que dan el servicio en forma legal", dijo De Vido.
En Telefónica se limitaron a decir que cuentan con la capacidad para sumar nuevos clientes. El grupo español y Clarín mantienen desde hace años una disputa porque el primero pretende dar servicios de televisión por cable y el segundo anhelaba proveer telefonía. Y ninguno de los dos acepta las pretensiones del otro.
La embestida del Gobierno contra Clarín comenzó cuando el grupo abandonó su posición cercana al Gobierno en su disputa con los agricultores. Además de la supresión de la licencia de Fibertel, el Ejecutivo prepara un informe que presentará el próximo martes contra Papel Prensa, la única fabricante argentina de papel de periódicos, controlada por el grupo Clarín y participada por el diario La Nación y el Estado argentino.
