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Reportaje:arquitectura

Una torre de oficinas amenaza el Empire State Building

Nueva York aprueba la construcción de un edificio de César Pelli que alteraría el simbólico horizonte de la ciudad

Justo hace nueve años, el mundo asistió aterrorizado al desplome de las Torres Gemelas en el World Trade Center y el Empire State Building volvió a recuperar su hegemonía en el perfil de Manhattan. Su suerte podría cambiar de nuevo: el emblemático rascacielos art déco que hace ocho décadas emergió del granito que da base a la isla lucha estos días por preservar su papel dominante en el icónico skyline neoyorquino.

La ciudad de Nueva York empezó ayer a votar un controvertido proyecto inmobiliario en Midtown. Se trata de un rascacielos de 366 metros de altura, con 67 plantas (11 metros menos que el Empire State). Y estará ubicado donde se alza el Hotel Pennsylvania, entre las calles 32 y 33 con la Séptima Avenida, frente al Madison Square Garden.

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"Es un asalto a la ciudad de Nueva York y su iconografía. Una monstruosidad", dijo el lunes durante las audiencias el propietario del Empire State, Anthony Malking. Pero sus sentidas palabras no impidieron que el ambicioso proyecto de Vornado Realty contara ayer con 47 votos a favor en la votación del pleno del Ayuntamiento. Solo uno de los concejales votó en contra.

Si acaba saliendo adelante la construcción de esta torre de oficinas, el 15 Penn Plaza se encontrará entre los seis edificios más altos de la metrópoli. Al menos hasta que la Torre de la Libertad, cuya estructura empieza ya a coger altura en la zona cero, domine a partir de 2013 el perfil al sur de Manhattan y todas las marcas de envergadura inmobiliaria de EE UU con sus 541 metros.

El problema no es tanto de altura, sino de localización. A diferencia del futuro One World Trade Center, el edificio de la controversia está a escasamente dos avenidas y una calle del Empire State y estropearía la vista desde el emblemático edificio, así como el célebre perfil de la ciudad.

Los defensores, por su parte, argumentan que esta obra contribuirá a crear empleos en la ciudad e irá acompañada de mejoras por valor de 100 millones de dólares en el sistema de transporte público, al incluir la construcción de un pasaje peatonal que unirá la estación de metro en Herald Square y la Penn Station. "Va a mejorar la calidad de vida de decenas de miles de neoyorquinos", replica David Greenbaum, ejecutivo de Vornado.

La compañía ha indicado, en todo caso, que no comenzará las obras hasta que no tenga garantizado un número mínimo de inquilinos. Y la Comisión de Planificación urbana de Nueva York ya dijo el mes pasado que "la preeminencia del Empire State Building no se verá afectada de forma significativa", porque considera que los 300 metros que separarán los dos edificios serán suficientes para limitar el impacto visual. Greenbaun insiste en su defensa en el hecho de que "el perfil de Nueva York nunca dejó de cambiar" y espera por eso "que nunca lo haga".

César Pelli, arquitecto del 15 Penn Plaza, es el mismo que el de la Torre Pelli, el rascacielos de 178 metros que Cajasol quiere utilizar como su buque insignia en Sevilla y que también ha causado polémica por su amenaza el skyline de la capital andaluza.

Recreación del nuevo rascacielos en la que se ve cómo entorpece la vista del Empire State (a la izquierda). Abajo,
Recreación del nuevo rascacielos en la que se ve cómo entorpece la vista del Empire State (a la izquierda). Abajo,REUTERS
vista del edificio <i>art dèco </i>desde la terraza del Rockefeller Center.
vista del edificio art dèco desde la terraza del Rockefeller Center.AFP

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