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La negociación de las cuentas del Estado

López se compromete a ayudar a un acuerdo entre Zapatero y el PNV

El 'lehandakari' recuerda que es su Ejecutivo el que firma los traspasos

El lehendakari, Patxi López, se mostró ayer convencido de que el acuerdo con el PNV para los Presupuestos Generales del Estado es posible y de que habrá "un final feliz", concretado en una negociación "buena para todos", tanto para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que se juega en ello el adelanto electoral, como "para Euskadi".

En todo caso, y ante la voluntad mostrada por Zapatero de negociar transferencias con el PNV a cambio del apoyo a sus cuentas, López recordó que es el Gobierno que él preside "y no otros", precisó, el que acuerda los traspasos y los materializa en la Comisión Mixta de Transferencias.

López desveló que la semana pasada habló con Zapatero, que le informó de la reunión que mantuvieron dos de sus ministros, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco, y el portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y el portavoz peneuvista Josu Erkoreka. La llamada sucedió a la petición por parte de López a Zapatero, al Gobierno y a la ejecutiva del PSOE, de "más fortaleza" en la negociación. López dijo que él mismo pidió a Zapatero "que acelerara las negociaciones con el PNV".

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El lehendakari indicó ayer que él y su partido, el PSE-EE, entienden que la necesidad de que Zapatero apruebe las cuentas para el año próximo es "imperiosa". Otra cosa llevaría a un adelanto electoral que no quieren ni el PSOE ni el PNV, algo que quedó claro en la reunión de la semana pasada.

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López reiteró que es partidario del "entendimiento" con el PNV, una afirmación que siempre ha apoyado en los beneficios de que los nacionalistas vascos se impliquen en la gobernabilidad de España. Pero no quiere que, como el año pasado, el precio de contentarlos sea su propia autoridad e imagen como lehendakari y el menoscabo de competencias cuyo traspaso comprometieron ambos Gobiernos -en las personas del propio lehendakari y del vicepresidente Chaves- y que el PNV paralizó. A la luz de esa experiencia del año pasado, López exigió al PNV "que no juegue a la contra" -"no puede haber vetos porque alguien no esté en el Gobierno", advirtió- y reivindicó el papel preponderante del Gobierno vasco a la hora de dar el visto bueno a cualquier acuerdo que los peneuvistas puedan negociar.

El margen de maniobra es estrecho, pero López repitió dos cosas: por un lado, que "va a estar ahí y va a ayudar". Por otro, que su actitud será también "vigilante" para que el resultado de la negociación no suponga, como el año pasado, el retraso de un año en el traspaso de una competencia como las políticas activas, fundamentales para impulsar medidas de lucha contra el desempleo y de las que Euskadi es la única comunidad que carece. "Ese es el saldo de la anterior negociación: un año sin los recursos y las herramientas con las que fomentar el empleo y mejorar la empleabilidad de nuestros parados", dijo, en un reproche al PNV, pero también al Gobierno, que accedió a su veto. López calificó de "prioritaria" esa transferencia, pero evitó comprometerla para este mes. Las negociaciones están "muy avanzadas, pero no cerradas", afirmó.

El <i>lehendakari, </i>Patxi López, ayer, tras el primer Consejo del Gobierno vasco después de las vacaciones.
El lehendakari, Patxi López, ayer, tras el primer Consejo del Gobierno vasco después de las vacaciones.JESÚS URIARTE

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