La Fira de Tàrrega celebra treinta años y releva a su director artístico
Sin grandes celebraciones de aniversario pero festejando la normalidad, la mejor de las noticias que podría haber en estos tiempos de crisis. Así afronta la Fira de Tàrrega su edición número 30, que se celebrará del 9 al 12 de septiembre. Durante esos días la localidad leridana se convertirá en un aparador de las artes escénicas con 89 compañías programadas -13 internacionales- y manteniendo el presupuesto de años anteriores (1.407.690 euros). Los espectáculos abrazan diversos géneros escénicos y, por encima de todo, la calle es el lugar para presentarlos. Destaca el inaugural, Moaré, una propuesta de gran formato en la que 12 acróbatas danzarán desde un móvil gigante y con música en directo. Además, se incorporan nuevos emplazamientos: en un edificio deshabitado tendrá lugar Habitaculum, de la compañía Kamchàtka. También se incluye un kilómetro y medio de la carretera N-II, o una rotonda con un cercado para que los holandeses Ro Theater y Jetser Batelaan hablen de soledad. En Talladell cocinará una paella en directo El Pont Flotant, y en una tienda de Tàrrega dos integrantes de la Reial Companyia de Catalunya se ofrecerán como animales de compañía. Irlanda es el país invitado de este año y se ha incrementado en un 10% la presencia de expositores en la lonja. Pero esta es la última edición de su director creativo, Jordi Colomines, y aún se desconoce su sucesor. "Es un pacto no escrito; cada cuatro años relevamos la dirección", zanja el alcalde de Tàrrega, Joan Amézaga.
