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Bernanke asegura que la quiebra de Lehman fue inevitable

La Reserva Federal negó ayuda porque no iba a recuperarla

"Confiamos demasiado". Con estas palabras se refirió Ben Bernanke a lo que se vivió hace dos años en los días previos al colapso de Lehman Brothers. El presidente de la Reserva Federal admitió que esperaron hasta el último minuto a que surgiera un comprador privado. No apareció, y la bancarrota se convirtió en la única opción.

Bernanke testificó ayer ante la comisión que investiga la crisis financiera. Visiblemente frustrado, explicó que se hizo lo posible para evitar el derrumbe, porque sabía del daño severo que tal desenlace tendría en la economía. El problema, precisó, es que los inversores empezaron a pedir liquidez en masa y la entidad no podía afrontarlo.

Dicho en otras palabras, si la Fed le hubiera facilitado el soporte que pedía, el dinero habría desaparecido y conllevado pérdidas multimillonarias para el contribuyente. Una cuestión práctica, pero también legal. Bernanke dejó claro que la intervención en Lehman habría supuesto una "violación" de la normativa. "Lo de que había una fórmula para salvarlo es un mito", reiteró.

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Así contradijo al ex consejero delegado del difunto banco, que testificó en la sesión previa. Dick Fuld acusó a la Fed de no haber puesto a su disposición los mecanismos que brindó a sus rivales. Ben Bernanke dejó claro que Lehman se desintegraba y que en esas circunstancias, incluso con garantías, no le hubiera prestado, porque era "demasiado arriesgado".

La pregunta de los miembros de la comisión fue clara. ¿Por qué entonces se rescató a la aseguradora American International Group? La respuesta de Bernanke fue corta. "A diferencia de Lehman, AIG disponía de un gran negocio y cientos de miles de millones en activos con los que podría repagar el préstamo", explicó. "Fue triste. No había otra opción, no se pudo hacer nada".

Bernanke reconoció que la Fed pudo estar "lenta" a la hora de identificar los problemas en las entidades que no estaban bajo su competencia, como era el caso de Lehman. Ahora, como dijo la presidenta del Fondo de Garantía de Depósitos, Sheila Bair, ante la misma comisión, el nuevo marco financiero permitirá tapar los vacíos en la respuesta de los reguladores, "que debe aplicarse sin dilación".

La lección que hay que sacar de la quiebra de Lehman, añadió Bernanke, es que debe resolverse el problema "de las entidades demasiado grandes para caer". Pero "la promesa de que no habrá intervención [gubernamental] no alcanza para resolverlo".

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