Un socialista con personalidad
No hace mucho tuve el honor de presentar a Trinidad Jiménez en el Foro de Nueva Economía. Guardo las palabras que utilicé expresándole mi admiración porque tenía y tiene las cualidades que debe reunir cualquier dirigente: vocación, generosidad y experiencia. Sigo pensando lo mismo. Se ha postulado para ser nominada candidata a presidenta de la Comunidad en lugar del secretario general del PSM. Tomás Gómez es igualmente otro socialista de reiterados éxitos electorales y excelente gestión que, además, ha cumplido perfectamente el encargo de José Luis Rodríguez Zapatero de serenar una organización, a veces demasiado movida. Todos entendieron que en aquel encargo estaba implícito -pues tal es el uso- disputar la Presidencia de la Comunidad.
Las razones para romper ahora con este uso -si no se quiere hablar de regla- no están muy claras, salvo la existencia, se dice, de unas encuestas que posicionarían mejor a Trinidad Jiménez. Nadie en su sano juicio puede minusvalorar la importancia de las encuestas. Pero sería demasiado convertirlas en el único criterio de decisión política, salvo que se cambie el sistema de partidos propio de una democracia parlamentaria y se sustituyan sus órganos deliberantes por empresas de demoscopia. Las encuestas sirven para reflejar el estado de la opinión en un momento concreto. Posiblemente la misma encuesta daría hoy resultados diferentes porque la opinión pública lógicamente es cambiante. Pienso que esa es una de las buenas razones por las que el presidente del Gobierno no cambia a los ministros solo porque el resultado de una encuesta del CIS les sea desfavorable.
Tanto Trinidad Jiménez como Tomás Gómez son, pues, dos excelentes políticos, de vocación acreditada, de gestión irreprochable y generosidad demostrada. Cualquiera de los dos representa el cambio en el Gobierno de la Comunidad; y juntos serían imbatibles. No es fácil la elección entre ambos; pero creo que Tomás Gómez, si finalmente fuera el candidato, está hoy por hoy mejor situado para ganar las próximas elecciones autonómicas. No solo por su reconocimiento y exitosa carrera, sino porque lleva tres años preparando programa y equipos -esto no se improvisa- y ha demostrado ser un político con carácter y con personalidad; cualidades todas ellas que valorarán muy positivamente los ciudadanos y que convierten a Tomás Gómez en un activo muy importante tanto para el partido socialista como para el Gobierno y para el propio presidente.
Virgilio Zapatero es catedrático de Filosofía del Derecho.
