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La OCDE pide un ajuste fiscal más suave si la recuperación se trunca

España debe mantener la austeridad, aunque la situación empeore, porque la credibilidad sigue en juego - La salida de la crisis es más lenta en los países ricos

Antonio Jiménez Barca

La recuperación de las grandes economías está siendo más lenta de lo esperado. Es la conclusión de las nuevas previsiones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) presentadas ayer en París. El bache en la salida de la crisis puede ser temporal y en ese caso bastaría con mantener las medidas para dar liquidez a los mercados y continuar con el saneamiento de las cuentas públicas. Pero si se convierte en duradero, aquellos países que se lo puedan permitir podrían suavizar el ajuste fiscal. Entre los que no se lo pueden permitir, la OCDE citó ayer a España por "una cuestión de credibilidad ante los mercados".

Los expertos de la OCDE tienen claro que "la ralentización de la recuperación económica mundial será un poco más pronunciada de lo previsto". Por ello recomiendan a los líderes de las principales potencias económicas mundiales que, si el estado de sus finanzas públicas se lo permite y la salida de la crisis se demora, prevean un ajuste fiscal más lento.

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Los especialistas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que agrupa a los países más industrializados del planeta, con sede en París, contemplan dos escenarios. Primero, que el frenazo sea temporal y coyuntural. Si fuera así, bastaría con posponer algunos meses el "desmantelamiento de las medidas de apoyo monetario". El proceso de saneamiento de las cuentas públicas no debería alterarse "a fin de remediar las situaciones presupuestarias insostenibles", dice el informe.

Segundo escenario, que el parón sea duradero. En este caso, las medidas de ajuste fiscal (en los países que puedan permitírselo) podrían aplicarse con más lentitud. Asimismo, en este segundo caso, la OCDE recomienda que los tipos de interés oficiales se mantengan cercanos a cero durante un largo periodo de tiempo, para no entorpecer aún más la recuperación económica.

Con todo, a una pregunta concreta sobre la realidad española, el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, que presentó ayer el informe en la sede de la institución, afirmó que España debe mantener su ajuste fiscal sea cual sea el rumbo de la economía, "por una cuestión de credibilidad de los mercados", explicó. En Estados Unidos los tipos ya están en cero, mientras que en la zona euro están en el 1%.

La OCDE detalla unas previsiones más pesimistas para los países del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá). Según los cálculos de la OCDE, el ritmo de crecimiento de estos países, que, de media, ha progresado en torno al 3,2% en el primer trimestre de 2010 y al 2,5% en el segundo, caerá hasta el 1,4% y el 1% en la segunda parte de este año.

Estados Unidos, que creció en el primer trimestre un 3,7% y un 1,6% en el segundo, lo hará a un ritmo del 2% en el tercero al 1,2% en el cuarto.

En Europa, las cifras son peores: Alemania creció los tres primeros meses de 2010 al 1,9% y al 9,0% en el segundo; se espera que en el tercer trimestre lo haga a un ritmo mucho más lento, el 0,9% y en el cuarto a un 1,1%. Francia, en la segunda mitad del año, crecerá poco: el 0,7% desde julio a septiembre y el 0,3% hasta final de año.

Padoan se apresuró a explicar que este frenazo se debe a ciertas "incertidumbres" que pesan sobre la economía "imputables a una conjugación de factores positivos y negativos". El economista jefe de la OCDE añadió que, a su juicio, el frenazo se quedará en eso: "Parece poco probable que vayamos hacia una nueva recesión".

Los factores negativos que apuntaba Padoan son un parón previsible en el consumo debido a la evolución negativa del mercado inmobiliario y a las dudas que genera la evolución del empleo en la mayoría de estos países. También generan dudas (que repercuten en el sistema financiero general, en el consumo y, a la postre, en la reactivación económica) las incertidumbres sobre el elevado montante de la deuda soberana.

Entre los factores positivos, la OCDE señala que los beneficios empresariales en los últimos meses y el bajo nivel de existencias auguran una recuperación en la inversión empresarial. Los especialistas de esta organización recuerdan también que a pesar de ciertas fluctuaciones, "la situación financiera, desde un punto de vista global, está estabilizada". También hay que tener en cuenta, para los autores del informe, el crecimiento sostenido de las grandes economías de los países emergentes.

Con respecto a la inflación, la OCDE registra una "ligera aceleración" en las grandes economías de los países objeto del informe, debido a la subida de las materias primas y al aumento, en algunos casos, de los impuestos indirectos. Con todo, las previsiones de los economistas de la OCDE auguran, "a corto plazo, una moderación persistente de la inflación". Eso sí, el informe señala que diversas "tensiones inflacionistas" han aparecido en las principales economías emergentes, "incitando a las autoridades de esos Estados a ordenar una política monetaria más restrictiva".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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