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El tripartito acaba la legislatura dividido por los toros y la reforma laboral

Montilla defiende su gestión y reprocha a CiU su indefinición ante las reformas de Zapatero - Iniciativa y dos diputados socialistas votan contra los 'correbous'

Miquel Noguer

Los partidos catalanes trasladaron ayer sin rubor al Parlament sus estrategias de campaña electoral en un pleno en el que se visualizó un tripartito en pleno proceso de descomposición y una oposición sedienta de poder a dos meses para las elecciones. El pleno, el último de la legislatura, ofreció la imagen del presidente de la Generalitat defendiendo una reforma laboral a la que sus dos socios (Esquerra e Iniciativa) se oponen como gato panza arriba. El broche lo puso la votación por el blindaje de los correbous, en la que el tripartito también votó dividido. Con todo, José Montilla hizo una encendida defensa de la obra de gobierno de los últimos cuatro años y aseguró que los tres socios del tripartito la defenderán pese a la campaña.

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Convergència i Unió (CiU) optó por hurgar en la herida que más le duele al Gobierno a una semana escasa para la huelga general. Artur Mas, que en esta campaña ha optado por mostrar solo su cara más amable, delegó en Oriol Pujol la pregunta al presidente. Aparentemente era inocua, pero con toda la mala intención de fondo. "¿Está o no el Gobierno a favor de la reforma laboral?", preguntó el portavoz de CiU a Montilla en la sesión de control. "No le he oído decir ni pío sobre este tema", aseveró Pujol.

Montilla, al margen de sus socios, defendió sin titubear la reforma que está impulsando el Gobierno de Zapatero con Celestino Corbacho como ministro de Trabajo."Las reformas son necesarias; la del sistema financiero era necesaria y se podría haber hecho antes seguramente, y la reforma laboral es necesaria", dijo el presidente. Más de un diputado de Esquerra o Iniciativa se removió en su escaño. Los ecosocialistas no solo están preparando todo tipo de movilizaciones junto con los sindicatos. Sus diputados, además, lucían ayer con orgullo en la solapa un vistoso pin en apoyo de la huelga de la próxima semana, algo que no pasó desapercibido a la oposición. De esta manera todos los partidos dejaban bien claras sus posturas respecto a la convocatoria. Convergència i Unió (CiU), por cierto, no aclaró si apoya la reforma, más allá de criticar al tripartito. Los nacionalistas sí se mojaron para defender algo que esperan que les reporte beneficios electorales a corto plazo en el sur de Cataluña: el blindaje de los correbous. CiU logró la aprobación de la proposición de ley que ella misma había impulsado para dejar claro que, pese a estar a favor de prohibir las corridas de toros, defiende como nadie los correbous, con gran tradición en las comarcas del Ebro.

Consciente de que no fue un buen día para el tripartito, José Montilla se esforzó por evidenciar que la oposición también tiene sus contradicciones. Montilla criticó a los nacionalistas por su indefinición ante la reforma: "Hacen de gallegos en Madrid (...), no sabemos si suben o bajan". Al PP, que acusó a Montilla de ser el presidente de la decadencia, lo acusó de promover "la crispación" y la xenofobia "por un puñado de votos".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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