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Entrevista:

Bengoa: "No nos pillarán con algo como el 'caso Margüello"

El PNV siembra dudas sobre el contrato de O-sarean

La batalla política en torno a las contrataciones de la sanidad vasca vivió ayer uno de sus puntos más destacados con la comparecencia del consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, en el Parlamento para explicar los vínculos de dos de sus altos cargos con una empresa adjudicataria de contratos con el departamento. Bengoa comenzó sosteniendo que existe una "campaña de tergiversación de la realidad" y una "estrategia deliberada con clara intencionalidad política".

Se refería así a las acusaciones difundidas en las últimas semanas sobre la relación de Pablo Arbeloa, gerente de Osatek, y la directora de Farmacia, Paloma Acevedo, con una empresa -Plaold Asesoría Sanitaria- que ha recibido cuatro contratos del Departamento. Ambos tienen participaciones indirectas en esa firma: un 4,4% y un 4,49%, respectivamente. Bengoa defendió que estos vínculos son legales y citó que la ley de Incompatibilidades de 1983, establece que es legal hacerlo hasta un porcentaje accionarial del 10% siempre y cuando la persona en cuestión no ejerzan cargos directivos. Bengoa explicó que ninguno de los dos lo hacen "a diferencia del señor Margüello", en referencia a las supuestas irregularidades en contrataciones bajo el anterior Gobierno. El consejero aseguró que las diferencias entre los vínculos empresariales de su equipo y el caso Margüello, que el PNV ha intentado relacionar, son "enormes: una es ilegal [la de Margüello] y la otra es legal".

El consejero avala la legalidad del vínculo empresarial de dos altos cargos

"Quiere ver si nos puede pillar con algo que se parezca al asunto Margüello, pero a nosotros no nos van a pillar", recalcó el consejero a la parlamentaria peneuvista Nerea Antia.

Bengoa centró su comparecencia en sostener que todo es una "cortina de humo" que se ha creado para tapar, a su juicio, la reciente comparecencia del presidente del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, José Ignacio Martínez Churiaque, en la comisión de investigación parlamentaria para detallar una por una las irregularidades que el tribunal ha apreciado en el caso Margüello.

Sin embargo, Bengoa no respondió a la mayoría de las cuestiones planteadas por el PNV, que le acusó de "lanzar balones fuera" con respecto a los vínculos empresariales de sus dos altos cargos, que Antia calificó en una rueda de prensa posterior a la comisión como "presuntas irregularidades".

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Antia mostró entonces el as que se guardaba en la manga: una acusación de "indicios cuanto menos preocupantes", sobre el contrato del centro sanitario multicanal, O-sarean. El contrato, por 14 millones de euros, lo logró una unión temporal de empresas formada por PriceWaterhouseCoopers, Telefónica y Accenture. La primera diseñó el plan director de telemedicina y promoción del autocuidado, algo que el PNV criticó, porque después también logró el contrato para desarrollarlo, algo que, a su entender, sería ilegal según la ley de Contratos con la Administración. Y sembró la duda sobre una ex ejecutiva de Accenture, contratada por Osatek durante seis meses como directora de su área tecnológica. Cuando ya se había adjudicado el contrato de O-sarean, esta persona volvió, según Antia, a trabajar a Accenture.

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