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Unidos por la violencia

Algunos universitarios europeos y delincuentes se suman a los antisistema en una amalgama que aprovecha los grandes eventos para sembrar el caos

Jesús García Bueno

Barcelona sufre de forma periódica episodios de violencia callejera protagonizados por jóvenes que aprovechan un acto multitudinario -un macrobotellón, la celebración del un título del Barça, una manifestación estudiantil o una huelga general- para poner la ciudad patas arriba. No es una una guerrilla urbana, dispuesta y organizada para extender el caos, pero sí una amalgama de jóvenes, de orígenes diversos y motivaciones distintas que en medio de la multitud sueltan adrenalina enfrentándose a la policía.

Tras un tiempo en silencio, esta mezcolanza explosiva reapareció el jueves con motivo de la huelga general. Unos 500 jóvenes prendieron la mecha a mediodía (quemando un coche de la Guardia Urbana) y ya no cejaron hasta la noche. Los Mossos detuvieron a 43 personas en Barcelona.

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¿Quiénes están detrás de los disturbios? ¿Se les puede englobar bajo la etiqueta genérica de "antisistema? ¿Están organizados? Y sobre todo, ¿por qué este fenómeno ocurre más a menudo en Barcelona que en otras grandes ciudades europeas?

Para empezar, algunos de los jóvenes detenidos el 29-S son repetidores: el 40% de ellos está fichado por la policía por participar en otros episodios de violencia callejera, como los altercados tras las sucesivas victorias del Barça, o los incidentes durante las manifestaciones estudiantiles contrarias al proceso de Bolonia.

Que haya coincidencias, sin embargo, no significa que pueda hablarse de un grupo organizado. "No conseguirán implantar sus ideas con la violencia", declaró ayer solemnemente el consejero de Interior, Joan Saura. Pero ni siquiera está claro que sea la defensa de cierta ideología lo que mueve a estos grupos a actuar con violencia. Hay sectores con mayor componente ideológico (ácrata y anticapitalista) entre los que se encuentran okupas, skinheads que se autodenominan antifascistas y jóvenes vinculados a la izquierda independentista más radical. Delort citó la Casa de la Muntanya y al colectivo de Gràcia que organizó el homenaje a la colaboradora de ETA Laura Riera.

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Pero hay más: estudiantes universitarios de la UE (aunque no llegaron antisistema de otros países europeos expresamente para la huelga), chicos sin otra motivación que apuntarse a una lucha contra la policía y ladrones que aprovechan la turba para saquear tiendas. Todos ellos se sumaron a los antisistema. Por eso, los antecedentes de los detenidos no son solo por desórdenes públicos, daños y atentado contra la autoridad, sino también robos e incluso (es casos aislados) por lucro con la prostitución y tráfico de hachís.

"No están en exceso organizados, actúan de forma espontánea", precisaron fuentes policiales. Esta falta de cohesión dificulta, en realidad, el trabajo de los servicios de información, ya que pierden capacidad para anticiparse a los acontecimientos.

Ni son guerrilla urbana ni son siempre los mismos. Y aun así, periódicamente consiguen poner Barcelona patas arriba. Algo que, a la postre, daña la imagen de la ciudad. Oposición y sindicatos policiales aseguran que las instituciones han sido demasiado permisivas con okupas y otros colectivos, que "se han hecho fuertes", algo que no se da en otras ciudades europeas, por lo que piden más contundencia. El remedio no es sencillo. La policía no puede realizar detenciones preventivas y es difícil impedir que un grupo de personas se alíe para generar el caos, pero las sentencias judiciales que imponen penas de cárcel por desórdenes públicos sí son un arma de "disuasión".

Interior también estudia el significado de que, de los 43 detenidos, 15 sean extranjeros. Algunos de ellos son estudiantes universitarios (con antecedentes en España) que se han unido a colectivos antisistema para hacer estragos en Barcelona. Entre los arrestados los hay de diversas nacionalidades, aunque la mayoría son de la Unión Europea (Reino Unido, Francia, Dinamarca, Italia y Rumania) y de otros países, como India, Turquía y Venezuela. También preocupa el concurso de personas con antecedentes por hurto, como las que se sumaron al saqueo de una tienda de Levi's.

La mayoría de los arrestados son jóvenes (de entre 18 y 25 años), y seis de ellos, mujeres. Hay también tres menores de edad. Uno de los que participaron dijo el jueves, mientras movía unos contenedores en la confluencia de Pau Claris con Casp: "¿A mí qué me van a hacer? Soy menor de edad". La consejera de Justicia, Montserrat Tura, pidió ayer una "reflexión en frío" sobre los brotes de violencia en Barcelona.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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