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La justicia tarda 30 años en indemnizar un error médico grave

Una familia de Antequera (Málaga) cuyo hijo sufrió graves daños cerebrales por falta de oxígeno durante el parto como consecuencia de un error médico va a ser indemnizada 30 años después. El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud a resarcir con 850.000 euros a la familia del afectado, que nació el 3 de marzo de 1981 y que padece una minusvalía de origen neurológico del 91%.

Pese a que han pasado tres décadas, el calvario judicial de la familia, que prefiere mantenerse en el anonimato, puede que no haya terminado, ya que esta sentencia puede recurrirse.

El niño nació en el hospital San Juan de Dios de Antequera. Cuando a la madre le vinieron los dolores de parto, los médicos observaron que el bebé venía de nalgas. Sin embargo, según la sentencia, optaron por no realizar una cesárea, según avanzó ayer el diario Sur. En su lugar, decidieron esperar al parto vaginal, que fue especialmente laborioso y provocó "sufrimiento fetal". La falta de oxígeno en la fase de expulsión provocó lesiones neuronales al bebé, que fueron apareciendo de forma paulatina y que se han agravado con el tiempo.

Tras visitar a numerosos especialistas y comprobar que el niño no mejoraría, la familia decidió actuar penalmente contra el ginecólogo que atendió al parto, pero este falleció durante la instrucción del proceso. Al cerrarse la vía penal por la muerte del facultativo, la familia presentó una reclamación administrativa contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS), que no fue contestada hasta 2002. La Administración andaluza negó su responsabilidad.

No hay prescripción

La familia decidió entonces recurrir por la vía contencioso-administrativa, que se ha prolongado ocho años. Durante el juicio, el SAS se defendió con el argumento de que la reclamación ya había prescrito. Sin embargo, esta pretensión fue rechazada por el juzgado, al entender que los problemas derivados del parto mal atendido se han agravado con el tiempo. Durante la vista oral quedó probado, tanto por informes internos del propio SAS como por un dictamen de un especialista, que "el sufrimiento fetal y el daño cerebral podrían haberse evitado con la cesárea".

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