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450 millones pendientes del Estatuto tensan la relación Estado-Generalitat

El tripartito da por hecho el traspaso de los trenes regionales

No se trata ni del traspaso de los trenes regionales, que está a punto para firmar, ni de las becas universitarias. El elemento que empaña la celebración de la comisión bilateral entre el Gobierno español y la Generalitat son 450 millones de euros. Es la cantidad que el Ejecutivo central debe al catalán como consecuencia de la liquidación de los Presupuestos de 2007. Esto es, el monto que le corresponde a Cataluña por la obra no ejecutada, de acuerdo con los pactos sobre inversión en Cataluña que en su día alcanzaron el consejero de Economía Antoni Castells y el ex ministro Pedro Solbes.

Fuentes del Gobierno catalán confirmaron ayer que este es uno de los grandes escollos que está bloqueando una reunión a la que, han reiterado el presidente y varios consejeros, no irán "a hacerse la foto". Y eso a pesar de que, en principio, la comisión bilateral no sería necesaria para obtener esa cantidad.

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La disposición adicional tercera del Estatuto establece que el Estado invertirá en infraestructuras una cantidad equivalente al peso de la economía catalana en el conjunto de la española, alrededor del 18,8%. Sin embargo, ocurre que no toda la obra proyectada se ejecuta, lo cual se plasma en las liquidaciones. Castells y Solbes acordaron que Cataluña recibiría el 18,8% de la obra no ejecutada en el conjunto de España. El plazo para hacerlo son tres años: o destinando ese dinero a proyectos en los Presupuestos de los dos años siguientes a la liquidación o ingresándolos el tercer año. El Gobierno tiene tres meses de plazo.

Precisamente, ayer la Cámara de Comercio de Barcelona reclamó al Gobierno central los 1.925 millones de euros pendientes de invertir en Cataluña. De esa cantidad, 501 corresponden a su estimación sobre la liquidación de 2007 -que la Generalitat cifra en 450 millones- y otros 603 a la de 2008. El resto corresponde a las cantidades consignadas en los Presupuestos para Cataluña pero sin proyectos específicos asignadas. Fuentes del Gobierno catalán aseguraron que la bilateral debe decidir, de hecho, sobre los convenios de los Presupuestos de 2011, pero recordaron que el Gobierno central todavía tiene tiempo para abonar el resto del dinero que menciona la Cámara.

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Si la disposición adicional tercera es la mala noticia respecto a la bilateral, la buena es el traspaso de trenes regionales. "Está muy maduro y avanzado", confirmó ayer el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal. La razón es que este traspaso es menos complejo que el de Cercanías (un servicio con más pasajeros y más deficitario) y la estructura de la transferencia se podrá aprovechar. Tan avanzado está que la Generalitat busca una fórmula para firmarlo al margen de una comisión bilateral. Podría ser a través de un convenio, explicó el consejero de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saura. Lo que sigue "muy verde" es el acuerdo sobre el traspaso de las becas universitarias, aseguró.

"El Estado eran 6 máquinas de escribir"

"No hay nada más desmitificador de la idea del Estado que una comisión mixta. El Estado eran seis máquinas de escribir, papel carbón y sillas y mesas que se tambaleaban. Si lo llegamos a saber antes, igual nos hubiéramos atrevido a más". Figura imprescindible de las primeras Generalitats de la democracia, el político y abogado Miquel Roca evocó ayer con una divertidísima intervención cómo fueron en la década de 1980 las negociaciones de traspasos en Madrid en las que participó. Roca intervino en la presentación de El traspaso de servicios del Estado a la Generalitat. Del Estatuto de 1932 al de 2006, editado por la Generalitat.

Con el tiempo se ha dado cuenta, dijo Roca, de la distinta visión que tenían "ellos" y "nosotros" del "poder". "Ellos sabían lo que eran y nosotros lo ignorábamos con una enorme ingenuidad". Y también ha comprendido que, en las negociaciones, "es más importante el clima general que la razón jurídica". "Si había necesidad de cariño, lo que un jueves era imposible... el lunes siguiente lo tenían blandito".

Roca también reveló las "fuertes resistencias" con las que toparon en los traspasos de "educación y sanidad, por parte de los propios cuerpos" en Cataluña. "Eran más importantes los trienios que la Generalitat. Producía escalofríos la idea de formar un cuerpo propio", recordó.

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