_
_
_
_
_
Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El sucesor anunciado

Le miras a la cara y ves que ya no tiene ese aire de jovencito con títulos frescos en 250cc, dos seguidos, que llegó al escenario de la MotoGP a principios de 2008. Jorge Lorenzo ha crecido, ha madurado mucho, ha sufrido hasta llegar a pensar: "Ya basta, no puedo más, mejor dejarlo, o me voy a morir". Y en cambio, ha seguido adelante, sufriendo y aprendiendo de un compañero de equipo, el mejor para hacerlo, pero el más terrible al que enfrentarse en la pista, precisamente por ser compañero de equipo y sobre todo porque este compañero se llama Valentino Rossi. Un Valentino al que había que mirar cada día al otro lado del muro que se levantó al principio para separar a los dos pilotos que usaban neumáticos distintos, Michelin y Bridgestone. Un Valentino al que imitar, cosa que por fuera, para celebrar las victorias, había hecho ya muchas veces en 250cc.

Lorenzo ha aprendido de Rossi, el más grande para hacerlo, pero el más terrible al que enfrentarse
Más información
Lorenzo cumple su promesa
El niño que no sabía perder
"He ganado al más grande y con su moto"

El gran mérito de Lorenzo ha sido entender lo que necesitaba, y trabajar sobre sí mismo junto a personas que trabajan para él pero que le aprecian. Es extraño que un piloto vaya a decirle a un periodista: "Voy al psicólogo, él me ayuda...". Para Jorge no supone un problema admitirlo, sacando a la luz todos sus límites, como piloto primero y como persona después, lo que ayuda a liberar la cabeza de muchos, demasiados pensamientos. Y un piloto de MotoGP, para correr bien, no tiene que tener pensamientos. Y así, a diferencia de otros pilotos que han desempeñado el papel de gran rival de Rossi, desde Max Biaggi hasta Sete Gibernau, Lorenzo ha demostrado ser impermeable frente a un campeón tan grande, nunca ha mostrado sufrimiento por las derrotas en la pista, pero sobre todo por esos pequeños o grandes ataques disfrazados de palabras dichas aquí o allá en los cientos de ruedas de prensa o durante las entrevistas en televisión. Por su parte, Valentino se ha dado cuenta enseguida de esta gran diferencia, de la personalidad de este español que de niño era un gran admirador de su enemigo número uno, Max Biaggi. Valentino Rossi nunca ha temido a Jorge, y es seguro que ahora tampoco le teme, pero sabe que es peligroso, que no se asusta ante nada, que de cada golpe recibido ha aprendido algo hasta hacerse una coraza muy dura. Y el campeón herido ha querido probar una vez más a su joven heredero. Motegi, Gran Premio de Japón, con el campeonato ya decidido: un duelo que duró dos vueltas, poco más de tres minutos, para dejar las cosas claras. No estaba en juego la victoria, sino mucho más. Jorge aceptó la batalla, recibió golpes, intentó devolverlos, perdió el podio y por unas horas la cabeza, con declaraciones de las que probablemente después se arrepintió.

Otra lección, que en todo caso ha completado la obra de maduración de un piloto con un talento increíble, de un chico que ha vivido momentos desgraciados fuera de la pista, que ha querido y ha conseguido demostrarle al mundo que es el mejor. Y ser el mejor en MotoGP quiere decir estar en el techo del mundo. Claro que habrá alguien que haga este comentario, que Lorenzo puede ser hoy campeón en una temporada en la que Rossi se ha lesionado y en la que otros aspirantes al título como Pedrosa, que tampoco ha tenido suerte, y Stoner, han tenido muchos problemas. Se puede tener esto en cuenta, desde luego, pero no importa demasiado, y sobre todo no debe importarle a él, porque si gana su nombre estará siempre en el libro de oro. Sin olvidar que, si se convierte en el dominador de MotoGP, algún día llegará un joven rival que quiera aprender de él, intentando vencerle, igual que ha hecho él con Valentino, una hazaña nada desdeñable, porque estamos hablando del más grande, probablemente, de todos los tiempos.

Alberto Porta es un periodista italiano de la televisión Mediaset.

Rossi y Lorenzo, mano a mano durante una carrera en Italia.
Rossi y Lorenzo, mano a mano durante una carrera en Italia.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_