Griñán apela a la maquinaria del PSOE para superar las dificultades

El secretario general del PSOE de Andalucía y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, fue ayer la voz oficial del partido encargada de salir al paso de la polémica que se ha montado tras las declaraciones de la semana pasada del presidente castellanomanchego, José María Barreda, sobre la necesidad de fijar una limitación de mandatos y sobre el cambio de rumbo político para evitar "una catástrofe electoral". El dirigente andaluz apeló a la fuerza y unidad del partido, al que calificó de "una máquina", para salir de este atolladero.

Griñán argumentó, en un encuentro que mantuvo en la sede regional del partido en Sevilla con la Sectorial de Emprendedores para valorar las políticas de empleo, que la crisis "dividirá al final a quienes han hecho cosas, con sus aciertos y sus errores, y a quienes solo han querido aliarse con la crisis porque vieron en ella un instrumento electoral".

"No saldremos de la crisis con la chapuza", afirma el presidente andaluz

El PP dice en su argumentario que se ha abierto "el melón sucesorio"

Griñán sostuvo, en línea con el discurso de Zapatero y su Gobierno de estas últimas semanas, que "esta crisis nos conduce a un cambio radical de modelo productivo" y que "no hay fórmulas mágicas". Y aventuró a continuación que "el tiempo hará que España sea un país competente y competitivo y eso solo se consigue con educación, formación e innovación. Sabemos que no será rápido, pero es lo que tenemos que hacer".

"No saldremos de la crisis con la chapuza, sino con el trabajo bien hecho y la responsabilidad y la ayuda de toda la sociedad", agregó el presidente andaluz. Por lo tanto, sostuvo, lo que hay que hacer ahora "no consiste solo en dar desde las Administraciones, sino en hacer entre todos, y en el PSOE estamos convencidos de que lo haremos con unidad, cohesión y fortaleza para superar las dificultades".

Cohesión, unidad y fortaleza. El mensaje estaba claro. Griñán lo ejecutó con precisión.

El propio afectado por las alusiones de Barreda, el presidente del Gobierno, acudió ayer a León para inaugurar la ampliación del aeropuerto y demostrar que sigue con su agenda de trabajo como si nada hubiera ocurrido. Zapatero siguió el guión establecido. Es decir, el cambio de rumbo que algunos reclaman es, para el presidente, seguir adelante con las reformas programadas como única alternativa de futuro.

El presidente afirmó así que España tendrá "garantizado" un futuro de crecimiento económico "con fuerza" precisamente por haber puesto en marcha una serie de reformas. Y será entonces y de esa manera como se saldrá "de este bache profundo".

El que también quiere ahora rectificar su papel en esta crisis es el propio presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que volvió ayer a insistir en que no va a seguir "polemizando" sobre sus diferencias con el Gobierno y Zapatero porque "la cuestión está suficientemente clara". Barreda, eso sí, añadió que sus frases siguen estando ahí para ser "interpretadas" por los "analistas", aunque cuando los periodistas insistieron ya no fue tan locuaz: "Ya he dicho lo que tengo que decir".

El PP, naturalmente, no quiere dejar pasar esta oportunidad de socavar al PSOE y en particular a su líder. En un argumentario interno, los populares interpretan que lo sucedido con las manifestaciones de Barreda y las reacciones es que se ha abierto "el melón sucesorio" en el PSOE. Y sobre el posible lastre de la figura de Zapatero en la próxima campaña de las elecciones autonómicas y municipales concluye el PP que "los dirigentes socialistas se apresuran a desmarcarse de Zapatero para salvar sus expectativas".