BBVA cree poco probable una recaída de la economía en el tercer trimestre

A la ahora de pronosticar la salida de la crisis, cada departamento de estudios y expertología saca del cajón su particular abecedario: una crisis en V -si la caída es pronunciada, pero breve-, en U -si se prolonga más de la cuenta pero se reactiva de forma constante- o en W -cuando a la reactivación le sigue otra bajada y dibuja una suerte de cordillera-.

Los cálculos sobre lo que ha pasado en el tercer trimestre del año en España, tras dos primeros de leve crecimiento, giran en torno a esta última letra. Ayer, el Observatorio Económico del BBVA calculó un crecimiento intertrimestral de entre el 0,1% y el 0,2% para el tercer trimestre, en línea con lo ocurrido desde que comenzó 2010, y consideró poco probable una recaída económica.

La estimación del BBVA coincide con la del Gobierno, que también ha descartado un nuevo retroceso económico, pero se aleja del último indicador de previsiones del panel de Funcas, la fundación de las cajas de ahorros, que calculó una caída del PIB del 0,3%.

El dato es la media de las previsiones de los principales servicios de estudios. Bajando al detalle, el de Caixa Catalunya prevé estancamiento en los dos trimestres finales del año y La Caixa calcula una variación de -0,1% para el tercero y del 0,0% para el cuarto.

Estancamiento

"La probabilidad de que la economía española sufra una recaída en el segundo semestre ha disminuido considerablemente. A falta de conocer la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, los datos disponibles anticipan básicamente una situación de estancamiento, pero no el retroceso significativo de la actividad que se esperaba hace unos meses como consecuencia de la aceleración del ajuste fiscal, de la desaparición de estímulos públicos o de las incertidumbres en los mercados financieros", explica el BBVA.

El banco señala que la traslación "incompleta" del aumento del IVA a los precios sugiere que la ralentización del consumo ha sido inferior a lo previsto.

El BBVA también espera que la reducción del gasto público junto con la recuperación de los ingresos hagan "cada vez más probable" alcanzar el objetivo de déficit para este año y recomienda al Gobierno que sea "proactivo" y tome medidas inmediatas si se produce cualquier desviación en este objetivo; es decir, que tenga un plan B.