El renacimiento de la iglesia catódica

La parrilla televisiva para el año que viene (marcada como de costumbre por los movimientos al otro lado del Atlántico) promete ser una de las más prolíficas de la historia. Solo el tiempo dirá si las promesas acaban convirtiéndose en realidad o acaban mordiendo el fango, pero es innegable que todas las cadenas han tirado la casa por la ventana para conquistar a los adictos al sofá, cada vez más y mejor organizados.

Las tendencias siguen siendo las de siempre, pero con algunos aditivos. El ejecutivo de turno sigue a la caza del nuevo Perdidos; los sellos de calidad (léase AMC o la propia HBO) tratan de descubrir al nuevo Tony Soprano o parir otra The wire, y el espectador se pierde en un maremoto de novedades que parece casi imposible seguir al unísono. Eso sí, si en el riesgo está el placer, esta temporada promete ser memorable.

El género policiaco sigue dando alegrías. Ahora, desde el Reino Unido, con 'Luther', 'Sherlock' y 'Red Riding Trilogy'

En la estela de 'Modern family' llegan más y más familias, como 'Lone Star', una especie de vuelta de tuerca a 'Dallas'

Zombies, gánsteres y montañas de dinero. El primer episodio de Boardwalk Empire arrasó en su debut con más de siete millones de telespectadores (récord absoluto para una première en HBO). Sus padres, Terence Winter y Martin Scorsese, pueden estar satisfechos de las bondades de su última criatura, una serie sobre el nacimiento de la mafia en el Atlantic City de los años veinte. Boardwalk Empire se centra en la figura de un personaje inspirado por un tipejo real, Nucky Thompson (interpretado a su vez por el gran Steve Buscemi), que domina a su antojo la ciudad del pecado, mucho antes de que Las Vegas se apropiara del epíteto. El primer episodio, el único dirigido por Scorsese, es el inicio de una montaña rusa narrativa con multitud de personajes en la que hasta se atreven a presentar a un joven Al Capone que hace del desmadre sangriento su razón de ser. La serie, que emitirá en España Canal +, pasa por ser la gran apuesta de HBO para conquistar a ese sector de la audiencia que ahora coquetea con series como Mad men o Breaking bad (ambas de su rival AMC).

Para los que no puedan aguantar la espera y quieran ver Atlantic City en todo su esplendor a través del ojo clínico de Scorsese, nada mejor que dejarse caer por Madrid entre el 21 y el 24 de octubre. La capital celebrará en el Círculo de Bellas Artes su compromiso por segundo año consecutivo a través del Festival de Series apadrinado por Digital +. El evento incluirá desfiles, la presentación del cóctel Mad Men (en esa institución llamada Chicote), actos a lo largo y ancho de la ciudad y un montón de visitas con pedigrí, incluyendo al gurú de Perdidos, Damon Lindelof, y Jonathan Ames, el padre de Bored to death, de HBO.

Si el primer episodio de Boardwalk Empire disparó su presupuesto por encima de los veinticinco millones, ese acabó siendo el montante total de The walking dead. La serie, otro puñetazo en la mesa de la mencionada AMC, es la adaptación del excelente cómic de Robert Kirkman. En el mismo, un grupo de supervivientes del holocausto zombi tratan de seguir unidos y refundar la civilización a pesar de sus -obvias- diferencias personales. La saga (cuya primera temporada contará con seis episodios) enseña músculo en su piloto, mezclando de forma impoluta intimismo y acción. "Esta no es una serie de zombies, es un drama… de hecho habrá algunos episodios donde no se verá ni un zombi. Por eso nadie había hecho algo como The walking dead (que en España emitirá la cadena Fox) hasta ahora. Es muy difícil combinar dos géneros tan distintos como el horror y el drama sin que el conjunto no se resienta". Lo decía el actor Andrew Lincoln (Love actually) a El País Semanal hace tan solo unas semanas en Londres. Con la serie AMC se asegura ya un nuevo tanto en su carrera por convertirse en el referente televisivo de calidad que pueda hacer -por fin- la competencia al hombre del saco (léase HBO).

Tras la estela de 'perdidos'… y de 'csi'. The event es la gran apuesta de NBC para la parrilla de los lunes (en España, la serie se podrá ver en el canal TNT, de Digital +). El producto, creado por un desconocido llamado Nick Wauters (que llevaba en ello desde 2006), quiere ser la gallina de los huevos de oro de la cadena para 2010-2011, y para conseguirlo debe atenerse al plan, y el plan no es otro que construir una trama cercana a Perdidos pero con una base menos movediza. En realidad, The event es una gigantesca teoría conspiratoria que arranca en un tipo que pasaba por allí y acaba llegando hasta el mismísimo presidente de Estados Unidos.

El mandamás es el siempre fiable Blair Underwood (Sexo en Nueva York, En terapia), y el reparto lo completan -entre otros- la veterana Laura Innes (Urgencias), Jason Ritter y Sarah Roemer. El gran hándicap de la serie es que el último intento por agarrar el cetro de la creación de J. J. Abrams acabó como el rosario de la aurora: su título era Flash forward y su primera temporada fue el final de una muerte anunciada.

La otra presa a la que todos quieren abatir es CSI, dominadora absoluta del negocio catódico en la última década. CBS (madre de Grissom y compañía) ha buscado a los forenses de Las Vegas una alternativa: el remake del clásico de culto de finales de los sesenta Hawai 5-0 (en España será emitida por Fox). La revisitación ha gustado hasta al inflexible gurú televisivo Ken Tucker, guardián de las esencias del semanal Entertainment Weekly. A ello ayuda el reparto, encabezado por Alex O'Loughlin, que incluye a una gloria de Perdidos, Daniel Dae Kim, y a otra de Battlestar Galactica, Grace Park.

Polis, ladrones y detectives de leyenda. El género policiaco sigue dando alegrías, y las más destacables no vienen esta vez de territorio estadounidense, sino del Reino Unido. De las islas provienen Luther, Sherlock y Red Riding Trilogy. La primera la protagoniza el descomunal (en todos los sentidos) Idris Elba, que parecía algo perdido desde que David Simon decidiera liquidar a su personaje, Stringer Bell, al final de la tercera temporada de The Wire. Elba renace por fin de sus cenizas con Luther, la historia de un detective con problemas de inestabilidad que vuelve al tajo después de seis meses en un psiquiátrico. Listo e intuitivo en ocasiones y descontrolado y violento en otras, Luther persigue la verdad con la intensidad de un rinoceronte. Produce el siempre fiable BBC británico y promete segunda temporada.

A Sherlock, una maravillosa reimaginación del mundo creado por sir Arthur Conan Doyle, sus enemigos le inquietan solo durante un rato y no pierde los nervios ni cuando debería. Al magistral trabajo de Benedict Cumberbatch se suma el apoyo de Martin Freeman (el bonachón y apaleado Tim, de la versión inglesa de The office) y unas tramas cuasi perfectas. Los diálogos rebozados en flema -faltaría más- y el bosquejo de cómo se relacionaría un tipo como Holmes con la tecnología acaban de apuntalar una de las propuestas más sólidas para la nueva temporada que en España emitirá el canal TNT.

The Red Riding Trilogy son palabras mayores. Un producto basado en tres de las novelas del escritor David Peace sobre las respectivas investigaciones de tres sucesos especialmente macabros, basados a su vez en hechos reales acaecidos en el Reino Unido e interpretados por un grupo de actores y actrices que se columpiarían en cualquier cumplido que uno quisiera regalarles.

Al realizador J. J. Abrams también solían dorarle la píldora, pero por primera vez se enfrenta a que el piloto de una serie con su nombre dentro le lluevan los palos. Undercovers cuenta la epopeya de dos espías retirados que forman un matrimonio aburrido que consigue retomar la pasión después de volver a su vida anterior. El resultado lo podremos ver en el canal Calle 13. A quien le apetezca un espía más dicharachero puede matar la espera con Nikita, uno de esos bombones que no sirven para matar el hambre pero que gustan.

La familia, siempre la familia. Siguiendo la estela de la multipremiada Modern family y de la estupenda Parenthood (ambas en Fox), llegan más y más familias. Los más elegantes son los de Lone Star, una especie de vuelta de tuerca a Dallas sobre la historia de un estafador (el magnífico actor James Wolk) que vive una historia de amor con dos mujeres a la vez y que trata de sobrevivir a su suegro oficial, el siempre modélico Jon Voight, mientras trata de abrirse paso en su particular jungla laboral.

En No ordinary family, la normalidad tampoco está a la orden del día. Los miembros de esta familia, encabezada por Michael Chiklis, poseen superpoderes y tratan de llevar la cosa con la mayor discreción posible. La supervelocidad de la esposa (Julie Benz, después de dejar su huella en Dexter), la superfuerza del marido y los poderes de los niños no acaban de encajar con el vecindario.

Las dos otras grandes apuestas familiares son Raising hope, sobre un jovenzuelo obligado a hacerse cargo del hijo que ni siquiera sabía que tenía (una serie concebida por el creador de My name is Earl, Greg Garcia) y Blue Bloods, otra de sagas policiacas sobre los miembros de una familia, todos/as ellos/as vinculadas de un modo u otro a las fuerzas de la ley. Con Tom Selleck y Bridget Moynahan dando el callo no parece que nada pueda salir mal. En España podrá verse en Fox Crime. 

El Festival de Series, organizado por Digital +, se celebra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (calle de Alcalá, 42) entre el 21 y el 24 de octubre.