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"La ONU no vigila los derechos humanos"

Manifestación de protesta en el territorio controlado por los independentistas

"Primero sentí un deseo de venganza, pero después me dije que tenemos un medio muy poderoso para hacernos escuchar, que es el arte, con el que podemos llegar a más gente y abrir puertas que están cerradas para la política". A Moulud Yeslem, pintor saharaui de 33 años, la noticia de la muerte de su compatriota Nayem el Gareh, de 14 años, abatido por disparos de la Gendarmería marroquí en el campamento Agdaym Izik de El Aaiún le sorprendió en Tifariti, localidad situada al otro lado del muro que divide en dos el Sáhara Occidental a lo largo de 2.700 kilómetros, sembrados con más de tres millones de minas antipersona, y bajo control del Frente Polisario. Por cuarto año consecutivo se celebran allí los Encuentros Internacionales de Arte en Territorios Liberados del Sáhara Occidental. Fue el detonante para que Moulud y el resto de artistas de 12 nacionalidades presentes en Art Tifariti encabezaran ayer una marcha de protesta hasta la vecina sede de la Minurso, la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental.

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A la manifestación, la primera que se produce ante la representación de la ONU en Tifariti, se unieron grupos de saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf (suroeste de Argelia) y nómadas que habitan en la zona. En total, más de 100 personas partieron desde la población en una caravana de vehículos y a continuación recorrieron a pie el trecho final, bajo un sol de justicia, y coreando eslóganes como "Marruecos culpable, España responsable". "Me gustaría llegar a un acuerdo con los marroquíes para evitar más muertes, pero, si no es posible, hay que retomar las armas", clamaba una mujer saharaui que había llegado desde los campamentos de refugiados para ofrecer apoyo a los artistas.

"Ha sido una mezcla de emoción y de duelo y dolor", comentaba una chica con los ojos enrojecidos. Hubo cánticos y algunas lágrimas. Y también el sentimiento compartido entre los saharauis presentes de que el proceso de paz está muerto. "El 90% de la gente está a favor de volver a coger las armas", comentaban algunos asistentes a la manifestación de protesta. "La Minurso lleva aquí 18 años para celebrar el referéndum: 18 años de turismo de alto nivel. Porque no hace nada: es la única misión de la ONU que no vigila que se cumplan los derechos humanos", denunciaba Moulud, que nació en la ciudad de Auserd, hoy ocupada, y vive en el campamento del mismo nombre, en el desierto argelino. "Allí no hay nada, y no quiero eso para mi hijo de dos años", añadía.

Edi Escobar, que acompañó a la activista saharaui Aminetu Haidar durante su huelga de hambre en Lanzarote el pasado año y ahora es responsable de Art Tifariti 2010, fue la encargada de entregar al jefe de la delegación de la ONU en la ciudad, el polaco Piotr Wozniak, una carta con la fotografía del joven Nayem el Gareh.

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