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La crisis del euro | La reacción de los inversores

Amplio seguimiento de la huelga general en Portugal

Portugal fue ayer a la huelga general para protestar contra el recorte de salarios de empleados públicos y pensiones, la subida de impuestos y la precariedad del trabajo. Los sindicatos también querían expresar su rechazo a los Presupuestos de 2011, que el Parlamento aprobará mañana.

Los datos que manejan los convocantes hablan de que fue el mayor paro de la historia, con una adhesión entre el 85% y el 90% de los trabajadores públicos, pero el Gobierno la rebaja al 20%. Gran parte de la actividad productiva paró y muchas escuelas, centros sanitarios, dependencias oficiales y transportes apenas funcionaron. En los aeropuertos, el 90% de los vuelos se cancelaron.

Es la segunda vez, tras la de 1988, que la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), de obediencia comunista, y la Unión General de Trabajadores (UGT), socialista, convocan juntos una huelga general. Para el líder de CGTP, Manuel Carvalho da Silva, es una protesta "contra el retroceso social más grave desde el 25 de abril [fecha de la revolución de los claveles de 1974]". Hay razones para la indignación, repetían ayer los líderes sindicales, que consideran la reducción del déficit público importante, pero no la única prioridad. "La prioridad principal tiene que ser el combate al desempleo", reiteró Da Silva. "Tenemos una economía clandestina del 20% y el Gobierno no hace nada", denunció João Proença, líder de la UGT.

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La huelga se sintió con fuerza en las grandes ciudades como Lisboa y Oporto, cuyos accesos por carretera quedaron más colapsados que de costumbre, debido a que el transporte público apenas funcionó. Los transbordadores que cruzan el Tajo en la capital portuguesa estaban varados en los muelles, y los trenes de cercanías apenas salieron de las estaciones.

La ministra de Trabajo, Helena André, restó importancia a la protesta, aunque reconoció la paralización casi total en algunos sectores de la función pública y los transportes. Los líderes del Partido Comunista, Jerónimo de Sousa, y del Bloco de Esquerda, Francisco Louçã, ambos en la oposición, abandonaron durante unas horas sus escaños parlamentarios para sumarse a los piquetes de huelga.

La otra cara de la moneda fue la noticia de que 42.000 pequeñas y medianas empresas no podrán hacer efectiva la paga extraordinaria de Navidad.

El aeropuerto internacional de Lisboa presentaba ayer este aspecto durante la huelga general.
El aeropuerto internacional de Lisboa presentaba ayer este aspecto durante la huelga general.AP

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