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Los presupuestos más difíciles de Gallardón

El Consistorio ya se quejaba de financiación insuficiente en los 50

Un libro recoge los problemas del alcalde Finat para captar inversiones

Miguel Ángel Medina

El cronista de la Villa Pedro Montoliú sostiene en su nuevo trabajo, Madrid bajo la dictadura, 1947-1959 (Silex), que en esos 13 años se produjo la transformación más profunda de la capital, al doblar su población y multiplicar por 10 su superficie, pero también que en esa época empezaron sus problemas de dinero. Tal vez por eso, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ironizó el miércoles durante la presentación del libro -un día antes de reunirse con Zapatero para intentar refinanciar la deuda del Consistorio- con que los "tira y afloja entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Hacienda" son "bien antiguos".

Montoliú explica a EL PAÍS que a finales de los años 50, el entonces regidor, José Finat, conde de Mayalde, "anunció que iba presentar una reclamación al Ministerio de Hacienda" para lograr más inversiones en la ciudad, tal y como lo recogen las noticias del diario ABC de la época. No lo logró. Por eso, el Consistorio empezó a sufrir un problema grave de falta de financiación, pues tenía que abordar una serie de obras que no le correspondían. En cierto sentido, "se podría establecer un paralelismo entre 1959 y 2010", señala el periodista.

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Sin embargo, las situaciones son muy distintas. En 1947, Madrid era la capital de un país aislado por la ONU, y su principal problema era la falta de vivienda. Miles de inmigrantes llegaban cada año y no había dónde acogerlos. Los precios de los alquileres subieron como la espuma y el chabolismo se convirtió en un problema de Estado, al llegar a ocupar el 16% de la superficie de la ciudad. "La burbuja inmobiliaria nació en esos momentos", cuenta el autor, "el dinero del mercado negro de la alimentación se volcó en la construcción y los bancos también entraron en el negocio". Así, se edificaron miles de pisos, pero de una calidad defectuosa, situados de forma arbitraria alrededor de la ciudad, y sin saneamientos ni servicios. Una situación que la ciudad ha tardado casi 50 años en arreglar.

La deuda actual, en cambio, tiene más que ver con una obra polémica, el soterramiento de la M-30 con dinero municipal. En la presentación, el miércoles, Gallardón destacó que el trabajo de Montoliú recoge la gran transformación que vivió la ciudad en esos 13 años, a pesar "de la exigua financiación del Ayuntamiento y las grandes necesidades de inversión en la ciudad. Qué decir, leyendo el libro, salvo que son [problemas] bien antiguos".

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Otra de las apuestas del actual regidor, la peatonalización del centro de la ciudad, sufrió un proceso antagónico durante el periodo estudiado por Montoliú. "El vehículo se apoderó de la ciudad en los años 50", afirma. Se destruyeron aceras, se construyeron aparcamientos e incluso se remodelaron los bulevares (de Alberto Aguilera a Génova) para aumentar sus carriles. "Desde entonces, el peatón siempre ha ido en retroceso", dice el escritor.

Entre tantas reformas, ¿hubo alguna especialmente polémica? El Cronista de la Villa explica que se propuso hacer una Gran Vía Diagonal, que enlazaría la plaza de España con la plaza de Colón y que hubiera supuesto la destrucción del barrio de Malasaña. La idea partió de los hermanos Otamendi, que habían construido el Edificio España y la Torre de Madrid, y el Ayuntamiento dio luz verde. Sin embargo, el Gobierno desestimó cualquier reforma que supusiera el derribo de pisos, dadas las graves carencias de vivienda de la ciudad. Años después, se volvió a autorizar el proyecto, pero no se llevó a cabo por la falta de dinero y, sobre todo, por la oposición del movimiento ciudadano.

Con todo, según Montoliú, el principal cambio que vivió Madrid entre 1947 y 1959 fue el de mentalidad. "Se hizo más abierta y miró más hacia delante", señala. Gran parte de la culpa fue del cine. Tras el abrazo entre Franco y Eisenhower, las películas norteamericanas, cargadas del american way of life, inundaron la ciudad. Y con ellas llegaron los anuncios de televisión, los pagos a plazos, los electrodomésticos, los pantalones vaqueros y un incipiente consumismo.

Inauguración de viviendas en la barriada Niño Jesús.
Inauguración de viviendas en la barriada Niño Jesús.ARCHIVO REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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