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ELECCIONES CATALANAS | Resultados

La ola convergente se impone en todas las comarcas

El PSC solo logra más del 20% del voto en seis de las 41 divisiones territoriales

Militantes y dirigentes de Convergència i Unió (CiU) disfrutaron anoche de una victoria menor de lo apuntado por las encuestas, pero se acostaron con la incomparable satisfacción de haber recuperado lo que tanto les costó aceptar que habían perdido: la hegemonía política y el poder de una Cataluña que mostró sin rubor un gigantesco descontento con los últimos cuatro años de Gobierno tripartito.

Sobre los restos del Partit dels Socialistes (PSC), que obtuvo los peores resultados en unas autonómicas, y Esquerra Republicana (ERC), que regresó de repente a los duros años ochenta, la federación nacionalista logró una holgada victoria en todos los caladeros de votos. Barrió en la Cataluña interior, donde alguna vez ERC aspiró a superarles, y hundió al PSC en los feudos tradicionales socialistas del área metropolitana de Barcelona.

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El río Llobregat bajó ayer menos rojo que nunca, con los nacionalistas imponiéndose en prácticamente todas las localidades menos L'Hospitalet. Al norte de la capital, Badalona también se entregó al nuevo presidente, Artur Mas. Si los resultados de ayer marcan una tendencia e ilustran una corriente de fondo, el vuelco electoral que puede producirse en las elecciones municipales del próximo mes de mayo amenaza con ser histórico.

CiU dio la vuelta al reloj hasta 15 años atrás y abrazó unos resultados comparables a los de las últimas legislaturas de Jordi Pujol, cuando ERC aún no era rival y el PSC era tan sólido en las generales y municipales como débil en las votaciones para hacerse con el Palau de la Generalitat.

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Los nacionalistas vieron hecho realidad el mapa de Cataluña que solo habían visto en sueños: acabado el escrutinio, todas las comarcas catalanas estaban coloreadas de azul. Habían caído incluso las tres comarcas que en 2006 se mantenían fieles al rojo: Vallès Occidental, Baix Llobregat y Maresme. Solo grandes municipios, como L'Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet, se mantuvieron fieles al PSC. El PSC solo está por encima del 20% del voto en seis de las 41 comarcas, algunas de ellas tan poco pobladas como la Val d'Aran.

El Partido Popular (PP), por su parte, revivió los mejores tiempos de Alejo Vidal-Quadras y avanzó en prácticamente todos los frentes, especialmente el área metropolitana. De hecho, los populares han centrado la campaña en esta zona y especialmente en loa barrios con más problemas sociales, donde han dado rienda suelta a un discurso de gran dureza contra la inmigración. Se hizo con el 14,9% de los votos en el Barcelonès y con el 14% en el Baix Llobregat. En el Tarragonès alcanzó el 18%.

El descenso de ERC es generalizado en todas las provincias. Iniciativa (ICV) resiste mejor el golpe, pero pierde diputados en Barcelona y Lleida.

La sorpresa de la noche la dio Solidaritat (SI), el partido de Joan Laporta, que obtuvo cuatro diputados. Consiguió ser segunda fuerza en la comarca de Osona, pero obtuvo buenos resultados también en otras zonas fuera del área metropolitana de Barcelona.

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