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La huelga de los controladores

Los barcos, la única puerta abierta de la 'jaula' balear

Solo cinco aviones con personal militar volaron por la mañana

El cielo de Baleares quedó en silencio durante una jornada casi completa. Y el ruido de los motores en despegue del primer avión (poco antes de las cinco de la tarde de ayer en Palma) fue celebrado como una gran noticia por la ciudadanía y los viajeros afectados por el colapso. Habitualmente, hay centenares de movimientos aéreos, hasta 1.000 al día en verano.

Con unas islas sin sus comunicaciones de transporte rápido esenciales, las navieras recobraron su protagonismo de antaño y centenares de perjudicados por el bloqueo acudieron desde las terminales aeroportuarias hasta los puertos. No hubo caos ni tensiones extremas, sino rabia y quejas. Los barcos de las rutas desde Palma hacia Barcelona y Valencia quedaron sin plazas, al igual que las de Ibiza y Menorca. Fueron la única puerta para abrir la jaula de Baleares. Anoche había billetes a la venta en los transbordadores de hoy hacia la Península y viceversa.

Más de un millar de viajeros presentan reclamaciones por escrito
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"El daño ya está hecho"

Se calcula con datos de reservas que cerca de 40.000 personas resultaron directamente perjudicadas, inicialmente, por la rebelión de los controladores. Más de 1.000 personas reclamaron por escrito ante AENA y la Oficina de Consumo insular.

"En Baleares no tenemos carreteras, AVE, trenes, autobuses como alternativa. Lo he recordado al Ministerio de Fomento", razonó el presidente de Baleares, Francesc Antich, socialista. El portavoz del PSOE de Baleares, Antonio Diéguez, recalcó en Radio Mallorca de la SER, que los ciudadanos pueden presentar acciones penales, con piezas de responsabilidad civil, para que los juzgados puedan intervenir el patrimonio y exigir responsabilidades pecuniarias. Lo dijo al menos tres veces y su interlocutor, el senador del PP Joan Huguet, no se opuso. Ambos son abogados.

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El director del aeropuerto de Palma, Nemesio Suárez, tuvo que ser trasladado en helicóptero desde Mahón hasta el complejo aeroportuario mallorquín, el tercero en movimiento de España. Suárez fue pillado por sorpresa por el colapso. Cinco aviones de Salvamento, con tripulación militar, fueron los únicos que volaron durante la mañana, transportaron a los oficiales que tomaron el control en Ibiza y Menorca. La apertura del espacio aéreo permitió la programación del 20% de los 238 vuelos previstos. En Menorca se cancelaron 35 vuelos y a partir de las 21.00 horas empezaron a operar dos rutas. En Ibiza, un avión salió anoche.

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