Las centrales catalanas denuncian la "obsesiva" lucha contra el déficit
Unos 8.000 trabajadores según la Guardia Urbana -30.000, según UGT y CC OO- se manifestaron ayer a primera hora de la tarde por las calles del centro de Barcelona contra las reformas económicas y laborales que proyecta el Gobierno central.
Bajo la pancarta unitaria con el lema Contra el recorte de los derechos laborales y sociales, los manifestantes partieron de la plaza Universitat, recorrieron las céntricas calle Peai, plaza de Catalunya y Fontanella acabaron en la plaza Urquinaona, donde se leyó un manifiesto.
En el manifiesto unitario, UGT y CC OO advirtieron al Ejecutivo socialista de que continuarán con las movilizaciones para rechazar las medidas "antisociales" que pretenden "calmar la voracidad" de los mercados financieros internacionales. Los sindicatos denunciaron que la "obsesión" de los gobiernos europeos de luchar contra el déficit para defender el euro "perjudica gravemente los derechos laborales y sociales" de los ciudadanos.
Antes de iniciarse la marcha, el líder de CCOO en Cataluña, Joan Carles Gallego, advirtió que si el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero impone la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años "se puede encontrar una huelga general antes del 28 de enero", fecha anunciada por el Gobierno para tener lista la reforma del sistema de pensiones.
Movilización
El secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, señaló que los ciudadanos deben ser conscientes de que "estamos en tiempo de lucha y de que no lograremos ganar si no es con una movilización permanente". En relación a la eventual convocatoria de huelga general, Álvarez señaló que se tiene que esperar a que el Congreso apruebe la reforma y que se tiene que trabajar "con tiempo para convencer a la gente".
También participaron en la manifestación la plana mayor de ICV, con su líder Joan Herrera al frente, y la de EUiA, con su coordinador general, Jordi Miralles, y el diputado de ERC Joan Tardà. Herrera calificó la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años como "la mayor agresión social" de la historia, y animó a los votantes socialistas a que salgan a la calle a protestar contra esta medida. Añadió que el PSOE se hubiera manifestado contra la medida de retrasar la jubilación si esta la hubiera impulsado el Partito Popular.
