El PP ve en la agenda nacional el único escollo para votar a Mas

Sí a todo, pero no a la "transición nacional de Cataluña". La agenda nacionalista de Convergència i Unió (CiU) es el único escollo para que el Partido Popular (PP) apoye la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. La presidenta del grupo popular, Alicia Sánchez-Camacho, lo calificó de "debate estéril" y de "aventuras soberanistas", y aseguró que consideraron apoyarle al oír del primer al séptimo de los ejes de su discurso. "Pero al oír que en el octavo eje lleva como prioridad del país la transición hacia no sabemos dónde, no podemos apoyar a un presidente que prioriza una transición hacia una Cataluña nacionalista", advirtió.

Sánchez-Camacho preguntó a Mas en qué consiste la transición que propone y le reprochó su "habilidad" al plantearla ambiguamente. El futuro presidente le respondió que no piensa renunciar al que ha sido uno de los ejes de su programa "para contentarles". Mas recordó a la popular que sus compañeros en el País Vasco sí defienden el concierto económico y, para aclarar sus intenciones, respondió: "Una transición hacia lo que el pueblo catalán decida con mayorías amplias".

Con la mayoría -la que no tiene- como argumento, Sánchez-Camacho advirtió a Mas de que "tenga cuidado" y de que Cataluña "necesita un Gobierno fuerte". La líder del PP también le recordó que ha ganado las elecciones con "votos prestados". "Gestione esta confianza", le exigió. Otra de las cuestiones en las que chocaron fueron las sanciones lingüísticas por no rotular en catalán. Aquí Mas llevaba un as en la manga y recordó a Sánchez-Camacho que en España hay 300 regulaciones que suponen sanciones relacionadas con el uso del castellano.

La popular presumió ayer de capitanear la que se ha convertido en la tercera fuerza de la Cámara. "No estamos en la periferia ni en un rincón de la política catalana, estamos en el centro", manifestó quien ha logrado ocupar los escaños centrales del hemiciclo.

En contraposición al abismo que separa a CiU y el PP en materia identitaria, la sintonía entre los dos partidos se visualizó en materia económica. Mas dijo sí a todas las propuestas de Sánchez Camacho, desde las más genéricas, como la necesidad de un plan de choque o una cumbre contra el paro, hasta concretas, como mejorar el servicio de ocupación, pasando por bajar impuestos al nivel anterior al de los Gobiernos tripartitos, reducir el papeleo para las empresas, aplicar austeridad a la Administración y facilitar liquidez a las pymes.