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La jubilación a los 67 años causa inquietud entre los parlamentarios socialistas

Anabel Díez

Una vez que la ejecutiva federal del PSOE decidió el lunes emprender una campaña de explicación sobre la reforma de las pensiones, la dirección del Grupo Socialista anunció a los parlamentarios que el grupo contribuiría también a defender la reforma. El anuncio lo hizo el secretario general, Eduardo Madina, que dio pie a que defensores y detractores de la reforma expusieran sus posiciones.

Entre los críticos se situaron Manuel de la Rocha, vinculado a UGT, José Antonio Pérez Tapias, de Izquierda Socialista, y Juan Barranco, ex alcalde de Madrid. Otros parlamentarios llamaron la atención sobre la dificultad que tendrá el Grupo Socialista en lograr el apoyo de otros grupos, como advirtió Txiki Benegas.

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La edad de jubilación a los 67 años fue el punto en el que se centraron los detractores de la reforma. Como quiera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había asegurado el día anterior que podría haber "flexibilidad" en la aplicación de la reforma, algunos diputados como Pérez Tapias y el propio Barranco pidieron ese mismo criterio de flexibilidad para que la prolongación de la vida laboral no sea general. La vuelta al acuerdo dentro del Pacto de Toledo y la reanudación del diálogo con los sindicatos fueron los argumentos también de estos parlamentarios. Barranco, además, señaló que si las pensiones no peligran en veinte años, por qué hay que hacer ahora la reforma, a "pocos meses de unas elecciones". De la Rocha no habló de las elecciones pero auguró que se abrirá "una brecha en la base social de la izquierda" si la reforma se hace sin los sindicatos.

Pero estos augurios no fueron compartidos por la portavoz socialista del Pacto de Toledo, Isabel López Chamosa -que hizo una defensa cerrada de la reforma- ni tampoco por los parlamentarios Jesús Membrado y Javier Carro. Ahora bien, estos últimos consideraron que aún hay margen para negociar con los sindicatos.

A muchos parlamentarios, que no tomaron la palabra, les pareció un tanto ilusorio que con "una explicación" de la reforma, la opinión pública la aceptara. En la ejecutiva del lunes solo la diputada regional Maru Menéndez se opuso por cuestiones de fondo a la reforma. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se refirió de pasada a la oportunidad de llevarla a efecto justo ahora a pocos meses de unas elecciones. Barreda tuvo un debate con Zapatero sobre el endeudamiento de su región.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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