Diciembre da una tregua al mercado laboral en otro mal año para el empleo

En cualquier otra circunstancia que el paro baje en diciembre es una gran noticia. Y lo ha hecho. Las oficinas de empleo registraron 10.221 parados menos. El mejor dato del último mes del año en la década que ha finalizado. Así que el presidente del Gobierno no dejó pasar la oportunidad. "Es un buen dato", definió José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el desastre del mercado laboral en los últimos tres años ha sido de tal calibre que convierte la cifra publicada ayer por el Ministerio de Trabajo en un mero alivio. Un buen número que palidece ante los 4,1 millones de parados registrados. Entre tanto, la reforma laboral aprobada no arranca y la contratación temporal sigue avasallando a la indefinida (apenas el 7,8% el mes pasado). Y no es probable que esta última levante cabeza hasta que la recuperación se consolide.

El Gobierno cree que 2010 ha sido el último año de la crisis de empleo

La mejora benefició a jóvenes y mujeres que suelen ocupar empleos estacionales

El balance del año laboral en 2010 es malo. En 12 meses se contaron 176.470 parados más. La Seguridad Social siguió perdiendo afiliados (218.857 que dejan en 17,6 millones el saldo final). Lo que sucede es que la destrucción de empleo se ha atenuado. Ya no se ven las debacles de 2008 y 2009. Y esto le permitió al Gobierno concluir que el pasado fue el último año malo para el empleo, que a partir de este año, y muy poco a poco, se recuperará el mercado laboral. "Estamos ante un cambio de fase", definió el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, "la segunda parte de 2011 será positiva y 2012, francamente positivo".

Más contundente fue el secretario de Estado de la Seguridad Social. "Es muy probable", declaró Octavio Granado, "[que 2010] haya sido el último año de la crisis y del ajuste de la caída de la afiliación".

También el buen dato de diciembre permitió a Gómez y Granado hacer estas afirmaciones. El mes pasado no solo se contaron menos parados en términos reales. Si los datos se depuran de los efectos del calendario, el resultado final mejora: 25.449 parados menos. No obstante, lo sucedido el mes pasado no puede tomarse como un hito que va a revertir la tendencia de un mercado laboral enfermo que verá tasas de paro en torno al 20% (algo que ratificará el 28 de enero la encuesta de población activa, el mejor termómetro sobre la situación del empleo en España) por un tiempo que supera lo tolerable.

El análisis pormenorizado pone en evidencia la fragilidad del dato de ayer, muy marcado por la campaña navideña. De hecho, es probable que haya sido una tregua pasajera y que de nuevo en enero el desempleo vuelva a crecer. La mejoría solo la notaron los menores de 25 años, un colectivo que suele incorporarse al mercado laboral en este tipo de épocas y que tiene mayor facilidad para encontrar empleos estacionales. También benefició exclusivamente a las mujeres, que tienen gran presencia en ramas donde el empleo repuntó como el comercio y la sanidad, según la Seguridad Social. Ambos fenómenos explican que fuera el sector servicios donde más se redujo el paro, seguido del colectivo que buscaba su primer empleo.

Otra de las cosas que quedaron claras en diciembre es que los efectos de la reforma laboral tardan en llegar. La contratación fija, a la que los cambios decretados en junio -aprobados definitivamente en septiembre- trataban de poner coto, no arraigan entre los empresarios como primera opción. Y eso a pesar de que la reforma hizo mucho más atractivo el contrato con un despido más barato (el de 33 días por año, frente al ordinario de 45).

En diciembre se firmaron casi 1,2 millones de contratos. Se confirmaba así la mejora de la contratación durante 2010. Leve (un 2,8%), pero mejora. En cambio, los compromisos indefinidos siguen en mínimos históricos. Apenas el 7,8% de los firmados en diciembre y un 8,5% en el conjunto del año. Las cifras ponen de relieve, que con reforma laboral o sin ella, la recuperación del empleo en España seguirá su camino tradicional, la de la contratación temporal como paso previo a la conversión en indefinida.

Con estos mimbres, sindicatos y patronal se lanzaron a leer los datos atendiendo a sus reclamaciones tradicionales. Los primeros, UGT y CC OO, cargaron contra la reforma laboral y pidieron, de nuevo, la marcha atrás al Ejecutivo. La patronal CEOE, en cambio, aprovechó para reclamar que se profundice en el camino emprendido de cambios y reformas estructurales.

"Cada vez que el paro baja, es una buena noticia", admitió el Partido Popular, por boca del líder Andaluz, Javier Arenas. Ahora, inmediatamente, pasó a comparar la situación del mercado laboral español, "con un récord histórico de desempleados", frente al alemán, "con un récord histórico de empleo".