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Reportaje:COPA DEL REY | Vuelta de las semifinales

"No le tengo ganas al Barça"

Mourinho lamenta el "daño" que ha ocasionado a sus jugadores el "difícil trayecto" en la Copa - "No existió fuera de juego", sostiene Manzano por la anulación del gol de Negredo

Mourinho se pasó el partido caminando por el área técnica como un animal salvaje en una jaula. Hacía movimientos con las manos, como si dirigiese jugadores en el aire. Hablaba con el juez de línea pidiendo explicaciones por un fuera de juego pitado en un tiro a Arbeloa. Litigaba con el cuarto árbitro. Hablaba solo. Gritaba, como si quisiera que sus jugadores escucharan su presencia en la banda. Para el técnico, incapaz de sentarse, el partido fue como un largo parto. Hasta que Özil hizo el gol, después de más de una hora, no se acabó la tensión.

"Nosotros no queríamos especular con el resultado de la ida", dijo Mourinho, como pidiendo disculpas al público por al aburrimiento causado por la táctica. "Intentamos iniciar el partido marcando. Hemos podido hacerlo. No lo hemos hecho. En el segundo tiempo sabíamos que ellos tarde o temprano debían arriesgar un poco más. Así que nos propusimos como mínimo no perder el control del partido. Lo hemos conseguido. Al final me quedo con la experiencia que ha ganado este equipo con vistas a otra competición eliminatoria, como es la Champions. Hemos ido al campo del Atlético, a Sevilla, y además de ganar hemos gestionado muy bien las ventajas. Dos eliminatorias, una de derbi y la otra contra el campeón de Copa nos da experiencia. Para un equipo que no tiene este tipo de hábitos, a lo mejor las dificultades que hemos pasado suponen un crecimiento".

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El Madrid salió a administrar la ventaja de la ida y el Sevilla a que no le marquen un gol de entrada, en un intento de activar la ansiedad de los jugadores y el público local. Esto es lo que confesó Gregorio Manzano. "Hemos planteado el partido pensando en que el Madrid no abriera pronto el marcador", dijo. "Y ha sido así. Hemos llevado al límite al Madrid buscando ese gol en la segunda mitad. Paradójicamente ha habido un gol antes, de Negredo, pero ha sido anulado por un fuera de juego que yo creo que no existió. Hemos complicado al Madrid hasta el final".

La afición lo vivió con menos tensión que tedio. Mourinho salió del campo relajado, como aliviado de haber cumplido con uno de los cometidos para los cuales fue contratado: poner al equipo en una final. A tiro de trofeo. "No le tengo ganas al Barça", dijo, con tanta paz y con tanta convicción que dio la impresión de ser honesto en relación a sus sentimientos hacia el rival que tanto le ha preocupado en los últimos meses. "Tengo las ganas normales de jugar una final y de intentar ganar como siempre. La historia de las finales dice que no existen favoritos".

Cumplido con el deber de la clasificación, Mourinho evaluó el tránsito por la Copa como un proceso dañino para su equipo en una larga disquisición, típica de su repertorio retórico. "Ahora nos tenemos que olvidar de la Copa", lamentó, "que nos ha hecho daño por la dificultad del trayecto. Si hay un equipo que verdaderamente merece estar en la final somos nosotros. Hemos tenido que jugar en 15 días cuatro partidos y ganamos los cuatro. Hemos pagado esta factura porque esta era una competición en la que el Madrid jugaba dos partidos y se iba para casa. Nosotros desde la primera jornada hemos mirado esta competición de un modo muy serio. Teníamos que recuperar el prestigio y acabar con las historias de ser eliminados por equipos de divisiones inferiores".

"Ahora afrontamos una final que se juega a mitad de abril", prosiguió, enumerando inquietudes y revelando un tono conciliador que no había mostrado hasta ahora. "La fecha es un poco extraña. Esperemos que tanto nosotros como Barcelona lo hagamos bien en la Champions y sigamos hacia adelante. Trabajo en España y quiero lo mejor para los equipos españoles. Pero cuando los equipos de los demás países estén preparando los cuartos de final de la Champions, ahí estaremos nosotros con Barça en la final de Copa".

Mourinho estaba de tan buen humor anoche que incluso elogió a Benzema y se mostró conforme con su plantilla. "Benzema ha hecho un partido fantástico", declaró. "Ahora tenemos dos buenos delanteros. Y a ver si Pipa Higuaín llega a tiempo de jugar alguna cosa. Quién sabe. La final de Copa es a fines de abril... Pero Karim ha hecho un trabajo muy bueno, con buenos movimientos, asegurando balones, asistiendo, rematando... Y después está Adebayor: un chico que juega por primera vez en el Bernabéu y que la primera vez que toca un balón, 'pum-pum'. El debú soñado. Ese gol será fantástico para su confianza. La próxima temporada tendremos a Morata con nosotros en el primer equipo. Lo está haciendo muy bien, metiendo muchos goles en el Castilla... Y con Morata haremos un tres más uno. Tres profesionales y un canterano".

Adebayor remata a puerta en el disparo que supuso el segundo gol del Madrid.
Adebayor remata a puerta en el disparo que supuso el segundo gol del Madrid.REUTERS

La sexta final

- 1936: Real Madrid, 2; Barcelona, 1. El Madrid venció en Mestalla con goles de Eugenio y Lecue. Para el Barcelona marcó Escolá. El meta Zamora tuvo una gran actuación.

- 1968: Barcelona, 1; Real Madrid, 0. El único gol del encuentro lo marcó Zunzunegui en propia puerta al intentar despejar. El partido se disputóen el Santiago Bernabéu.

- 1974: Real Madrid, 4; Barcelona, 0. La final menos igualada de las cinco. Marcaron Santillana, Rubiñán, Aguilar y Pirri en el estadio Vicente Calderón.

- 1983: Barcelona, 2; Real Madrid, 1. Los goles del Barça los marcaron Víctor

y Marcos y el del Madrid, Santillana. Schuster celebró el último tanto azulgrana con varios cortes de manga en La Romareda.

- 1990: Barcelona, 2; Real Madrid, 0. Marcaron Amor y Salinas en Mestalla.

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