Alierta propone un fondo para innovación de 6.000 millones

El presidente de Telefónica, César Alierta, fue la estrella del almuerzo que José Luis Rodríguez Zapatero ofreció ayer en La Moncloa a la canciller Angela Merkel y en el que participaron también directivos de empresas y organizaciones sindicales y patronales de España y Alemania. Tras argumentar que Europa está perdiendo el tren de la innovación ante EE UU e incluso China, Alierta propuso crear un fondo europeo para financiar proyectos de alto contenido tecnológico en el área de las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Se trata, dijo, de "una iniciativa concreta, visible y con resultados a corto plazo". Tan concreta, que Alierta presentó un dosier e incluso su presupuesto: 6.000 millones de euros en cuatro años, aportados a partes iguales por la UE, los gobiernos y las diez mayores empresas del sector. Es decir, que Alierta, además de la idea, puso sobre la mesa una oferta de 200 millones.

Toxo recuerda a Merkel que en 2007 ya le reconoció el descontrol financiero

Después de que intervinieran Zapatero y Merkel, tomó la palabra el presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien calificó de "tremendamente importante" el pacto social firmado el día anterior en ese mismo escenario, aunque advirtió que en Europa "habrá que seguir tomando medidas que exigirán sacrificios pero serán muy beneficiosas".

Ignacio Fernández Toxo, de CC OO, agradeció el hecho de que, por vez primera, se escuchara la voz de los trabajadores en ese foro y pidió que se tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones. Recordó que ya en 2007 se reunió con Merkel en su condición de presidente de la confederación europea de sindicatos, y que ésta le habló entonces del descontrol del sistema financiero, que nadie denunciaba en público. Cándido Méndez, de UGT, subrayó la necesidad de llegar a un pacto social a nivel europeo del que se deriven acuerdos nacionales como el alcanzado en España y pidió que la búsqueda de la competitividad se haga preservando el modelo social europeo.

Isidro Fainé, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), explicó la reestructuración del sector y aseguró que las cajas están preparadas para reforzar sus recursos propios y ser competitivas. En cambio, se mostró más crítico con los requisitos que ha puesto el Gobierno en materia de solvencia y liquidez. Fainé se reunió con su homólogo de la asociación alemana de cajas de ahorros, al igual que Toxo y Méndez con el líder de la confederación alemana de sindicatos.

También tomaron la palabra Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y José Manuel Entrecanales (Acciona), así como representantes de las firmas germanas T-Systems, RWE y Siemens. No fue invitado Florentino Pérez (ACS), aunque acaba de completar la compra del 33% de la constructora alemana Hochtief, valorada en 1.600 millones.

Tras las intervenciones de los invitados, de apenas tres minutos de duración, volvieron a hablar Merkel y Zapatero. La primera para subrayar que Europa no puede vivir en el siglo XXI de la fama de lo que hizo en el XX y debe trabajar duro si quiere mantener su nivel de bienestar. Zapatero subrayó, por su parte, que todos los participantes habían apostado por "más Europa", en vez de menos, y por "más innovación, más talento y más tecnología" para hacer frente al reto de las economías emergentes, al tiempo que defendió el diálogo entre los agentes sociales a nivel europeo. Eso sí, agradeció a todos sus invitados que hubieran hecho gala de una "disciplina germana" al ceñirse al tiempo en sus intervenciones.

El objetivo de la cumbre -en la que participaron los titulares de Exteriores; Economía; Finazas, Trabajo y Asuntos Sociales; Transportes e Infraestructuras; y Educación y Ciencia- no era firmar acuerdos. Aun así se suscribió un convenio para evitar la doble imposición y la evasión fiscal.