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El modelo tradicional decae en Europa

Antonio Jiménez Barca

El censo tradicional, un proceso largo y caro, deja paso a otros sistemas de recuento en varios países europeos, como Alemania (con un sistema similar al que implanta España) o Francia, que modificó en 2004 su manera de hacer el recuento de la población. Dejó de hacer una consulta exhaustiva casa por casa cada diez años y comenzó a llevar a cabo una encuesta anual a un porcentaje determinado de la población. Así, desde esa fecha, en vez de ir hogar por hogar, los encuestadores franceses recogen datos de todos los habitantes de poblaciones menores de 10.000 habitantes y del 8% de los habitantes de las poblaciones que exceden esa cifra. En total, se pregunta a cerca de nueve millones de habitantes (de los 65 con que cuenta Francia).

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"El cambio se hizo para ahorrar, ciertamente, pero también por otras razones", explica François Clanché, jefe del departamento de Demografía del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE, en sus siglas en francés), que está muy satisfecho de la modificación y asegura que funciona bien. "Una de estas razones es la calidad de los datos recogidos. Se mejora el proceso. En el censo casa por casa que hacíamos cada diez años había problemas: era difícil controlar las respuestas, formar a los encuestadores, verificar el posible fraude...".

Según Clanché, reduciendo el número de encuestados se afina en la respuesta. "Sobre todo porque se pueden refrescar los datos mucho más. Nosotros hacíamos un censo cada diez años. Ahora, se lleva a cabo una consulta anual. En cada resultado, eso sí, se tienen en cuenta también los datos de los cuatro años anteriores".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.
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