Herido grave un hombre de tres disparos en una plaza

"¡Auxilio, auxilio!", oyeron gritar a un hombre. Cruzó la calle y llegó a la plaza de la Reverencia, en Ciudad Lineal. Entonces pudieron verle bien. Sangraba por los dos brazos y por la espalda, cerca del cuello. "¡Auxilio, auxilio!". Siguió caminando. Se le acercaron varias personas; un hombre le dijo que había que hacerle un torniquete. "No se me acerque", repetía y los apartaba con los brazos. "No permitía que nadie le ayudara", contaba después el encargado del locutorio. Lo vio desde el mostrador; no salió. Le dio miedo.

Las tres heridas eran de tres balazos. Le dispararon en una esquina, junto al colegio Conde de Romanones. El hombre, Rubén D. R., colombiano de 37 años, consiguió llegar hasta un banco frente al número 1, se sentó y siguió gritando hasta que llegó la policía y, después, el Samur. A pocos metros, un parque infantil. Eran las cuatro de la tarde. Los vecinos se asomaban a los balcones. "Había niños y madres", contaban después cuatro testigos de la escena. No conocían al herido, pero decían que la chica, también colombiana, que regenta la tienda de pollos asados, sí.

"Al poco pasó muy rápido hacia la calle de Alcalá un coche negro nuevecito", recordó uno. "Él sabe quién le disparó, pero tenía mucho miedo", terció otro. "Yo creo que lo salvó que la plaza estuviera llena. Si llega a estar vacía, se bajan del coche y lo rematan", añadió un tercero. La policía apuntó ayer a un posible "ajuste de cuentas" y precisó que las balas eran de calibre pequeño, lo que probablemente le salvó la vida. Lo trasladaron muy grave al Gregorio Marañón. A los agentes les dijo que no tenía ni idea de quién le disparó.