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Ola de cambio en el mundo árabe | Revolución democrática en Egipto

"Obama, nosotros también podemos"

Los titubeos de Estados Unidos ante la crisis decepcionan a los egipcios que esperaban una mayor contundencia por parte de la Casa Blanca

Las dificultades de la Administración de Obama para solucionar la crisis han decepcionado a los egipcios. Han sido tantos los tira y afloja con el Gobierno de Mubarak que la confianza que muchos tuvieron en el presidente estadounidense se ha ido desinflando. "Dicen una cosa, pero hacen otra", señala Mahmud Mohamed, un ingeniero electrónico jubilado que vivió 20 años en Nueva York. "¿Cómo puede un Gobierno serio no saber cuáles son los vínculos de la persona a la que envía para realizar una labor tan importante?".

Mohamed se refiere a Frank Wisner, el enviado del presidente Barack Obama a El Cairo, que manifestó que Hosni Mubarak debía mantenerse en la presidencia de Egipto. Después se supo que Wisner trabaja en un despacho de abogados de Nueva York y Washington que tiene entre sus clientes al Gobierno egipcio.

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La noticia destrozó las aspiraciones de algunos manifestantes ilusionados con los primeros gestos del presidente de Estados Unidos, que, en un mensaje televisado, pidió a Mubarak que escuchara a su pueblo.

Wisner llegó incluso a afirmar que el presidente egipcio debía permanecer en el poder "porque era su oportunidad para escribir su legado". Más tarde el Ejecutivo trató de enmendar la plana señalando que Wisner había hecho dichas declaraciones a título personal.

"Es tan estúpido que alguien que representa al Gobierno de Obama esté hablando en su propio nombre... Nos están insultando. Por eso creo que forman parte de una misma conspiración", asegura Mohamed.

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"No estoy decepcionado porque nunca esperé nada. El discurso que Obama nos vendió hace un año y medio fueron solo palabras que no tardaron en disiparse", afirma. "Los egipcios debemos conseguir nuestras demandas por nosotros mismos. Ni Estados Unidos, ni Occidente van a ayudarnos, porque ellos han sido quienes han sostenido este régimen durante tres décadas", concluye el ingeniero.

"No confío en ellos porque están especulando con nosotros. Nuestro Gobierno y nuestro presidente, especialmente, han sido leales a Estados Unidos y a Israel. Por eso Obama va a procurar mantener a Mubarak en el poder el mayor tiempo posible", explica el profesor Sadek. Según este catedrático de Derecho, la gente que ha salido a la calle en todo el país hará lo imposible para impedirlo.

"Estamos pidiendo el fin de un régimen. La caída de un sistema corrupto que se ríe de lo que su pueblo pide democráticamente", insiste el profesor. "No hay vuelta atrás para esta revolución que, sin el apoyo estadounidense, ganarán los jóvenes en las calles. Hoy será a través de sentadas, mañana con huelgas en todo el país. La suerte está echada para este Gobierno", concluye el catedrático.

Los egipcios están convencidos de que Obama primará sus alianzas con Mubarak antes que traer la democracia al país. "No puede permitirse dejar caer a uno de sus principales socios en la región", dice un periodista que prefiere conservar el anonimato, "eso sería un pésimo mensaje para el resto de sátrapas".

Sin embargo, el periodista confía en que la presión de los muertos registrados en las protestas y de la gente en las calles consiga pronto concesiones por parte de Suleimán.

Coincide con esta opinión Shayma, una estudiante de la Universidad Americana en El Cairo, que junto a sus primas y hermana sostiene una pancarta que reza: "Obama, nosotros también podemos".

Un grupo de mujeres se manifiesta ayer en El Cairo contra el régimen.
Un grupo de mujeres se manifiesta ayer en El Cairo contra el régimen.C. ÁLVAREZ

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