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Diez países de la UE se quejan a Irán por el trato a España

Teherán sigue sin disculparse por la detención del cónsul

En un movimiento diplomático insólito a escala europea, al menos diez países de la UE se han quejado a las autoridades iraníes por la detención del cónsul español en Teherán, Ignacio Pérez Cambra, el pasado lunes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores francés anunció ayer que había convocado al embajador iraní en París. "Le hemos transmitido nuestra condena por el arresto, que constituye una violación de los Convenios de Viena sobre las relaciones diplomáticas y consulares", explicó su portavoz. "Francia expresa su solidaridad y su apoyo a las autoridades españolas por este acto inaceptable", añadió.

Aunque solo el Gobierno francés lo haya hecho público, Grecia, Reino Unido, Portugal, Letonia, Lituania y Holanda, entre otros, han tomado ya iniciativas similares, en respuesta a la petición del Gobierno español, que envió un telegrama explicando el incidente a través del correo interno de la UE, según fuentes diplomáticas.

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La movilización de la diplomacia europea deja en evidencia el silencio de la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, que hasta ahora no se ha pronunciado al respecto. El asunto se abordará, con toda probabilidad, en la reunión que los ministros de Exteriores de los 27 celebran el lunes en Bruselas.

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No se trata solo de un problema de España, pues la detención de Pérez Cambra por la policía secreta iraní tiene abundantes precedentes. Entre otros, dos diplomáticos alemanes y uno sueco fueron detenidos en enero del año pasado y dos empleados de la Embajada británica en junio de 2009. El objetivo del Gobierno iraní siempre es el mismo: intentar implicarlos en movilizaciones de la oposición al régimen de los ayatolás, para hacer creer que estas son orquestadas por potencias extranjeras.

La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que el martes dio a Teherán un plazo de 48 horas para disculparse por el arresto, explicó ayer en Londres que aún no había recibido ninguna respuesta de las autoridades iraníes. "Desde luego, si no recibimos una respuesta satisfactoria a un hecho que consideramos muy grave, el Gobierno español está considerando llamar a consultas al embajador de España" en Irán, insistió la ministra.

El embajador español, Leopoldo Stampa, entregó el martes en Teherán al viceministro iraní de Exteriores una nota verbal de protesta. Además, Stampa se ha reunido con sus homólogos europeos en Irán para buscar una estrategia común ante el acoso. El mismo lunes, el director general para el Mediterráneo, el Magreb y Oriente Próximo del Ministerio español de Asuntos Exteriores, Juan González-Barba, convocó al embajador iraní en Madrid para exigirle la inmediata liberación del cónsul.

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