El G-20 apenas logra un pacto de mínimos para frenar los desequilibrios

La recuperación económica ha dejado atrás la Gran Recesión, pero no corrige los vicios previos a la crisis. Ayer, en París, los ministros de Economía del G-20 trataron de buscar una solución, pero apenas lograron un pacto de mínimos para controlar las desigualdades globales producidas por las diferentes formas de salir de la crisis a lo largo del mundo.

Tras una discusión que acabó a las cinco de la mañana del sábado y que se reemprendió ayer, los ministros fijaron los criterios para medir los desequilibrios: déficit público, deuda, tasas de ahorro privado o balanza por cuenta corriente, entre otros, teniendo en cuenta el tipo de cambio de las distintas monedas. China, convencida al final, se oponía a que se considerara la balanza por cuenta corriente. Parece poco, ya que estos indicadores no implican márgenes que no se puedan sobrepasar.

Por otra parte, la ministra de Economía, Elena Salgado, presente en la cita, descartó un rescate financiero de la Unión Europea a Portugal, algo con lo que se ha vuelto a especular en la prensa lusa en las últimas semanas. Salgado precisó que España "tal vez haya sido más rápida que Portugal" a la hora de llevar a cabo reformas para calmar a los mercados pero que el presupuesto austero del país vecino y su calendario de reformas apartan la idea de un rescate europeo por apuros para sostener la deuda.