_
_
_
_
_
Ola de cambio en el mundo árabe | Revuelta popular en el Magreb

Gadafi amenaza con la guerra civil

El hijo del dictador advierte a los libios que defenderá la unidad "hasta que caiga el último hombre" - El régimen pierde el control de la segunda ciudad del país

En un mensaje televisivo que más bien parecía un sermón cargado de amenazas, el hijo de Gadafi, Saif el-Islam, se dirigió ayer al pueblo libio para anunciarles que su padre dirige la batalla y que el país se incendiará si las protestas continúan. "Todos estamos con él y vamos a defender la unidad de Libia hasta que caiga el último hombre", concluyó Saif el-Islam Gadafi.

El arranque del discurso fue conciliador. El hijo del dictador, considerado hasta ahora el más probable sucesor de Gadafi, admitió errores en la gestión de las manifestaciones ("El Ejército no está acostumbrado a este tipo de situaciones") y mostró comprensión a los manifestantes que piden reformas. Anunció "nuevas leyes y un debate nacional sobre una nueva Constitución que se puede abrir a partir de mañana si estamos de acuerdo".

En Bengasi, los manifestantes lograron hacerse con tanques y armas
Los enfrentamientos han llegado a Trípoli, según algunos testigos
Más información
Miles de marroquíes piden reformas al rey

Pero Saif el-Islam cambió enseguida el tono y sacó a relucir el fantasma de la guerra civil. Aseguró en tono amenazante que el Gobierno no piensa permitir ninguna rebelión y culpó al mundo entero de "lo que está pasando en Libia": a los medios de comunicación internacionales, a los países árabes vecinos que conspiran contra Gadafi, a los islamistas, a los libios que residen en el extranjero y especialmente a los manifestantes de la ciudad de Bengasi, el lugar donde más enfrentamientos ha habido y del que el Gobierno parece haber perdido el control... "Decenas de miles de libios se dirigen ahora a Trípoli para defender a Gadafi", advirtió Saif el-Islam. "En lugar de llorar a los 80 muertos de estos últimos días", prosiguió, "si el caos llega, lloraremos a centenares de miles de nuestros hermanos", aseveró.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El discurso fue emitido por la noche (a las 23.30, hora peninsular) tras una jornada de continuas revueltas, según los testimonios de varias agencias de prensa y del canal panárabe Al Yazira. A última hora de la noche, llegaron informes de que los disparos habían llegado a Trípoli. Testigos citados por Reuters dijeron que las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno y ametralladoras contra los disidentes.

Pero por mucho que reprima, el líder libio, Muamar el Gadafi, no acaba de ganar la partida. Human Rights Watch, la ONG estadounidense que intenta llevar la contabilidad de los muertos, aseguró ayer que, tras seis días de protestas en Libia, asciende ya a 233, un récord trágico.

La matanza adquiere tales proporciones que 50 líderes religiosos libios hicieron ayer un llamamiento, difundido por Reuters, instando a las fuerzas de seguridad a que "paren de matar a seres humanos inocentes". "Porque lo prohíbe nuestro Creador y su Profeta (...)". El representante de Libia en la Liga Árabe presentó anoche su dimisión en protesta por "la represión de las manifestaciones", según informó el canal Al Yazira, en un primer gesto de disensión dentro del régimen.

Gadafi permanece en silencio e impone el cerrozajo mediático, pero Fayez Bo Juwary, destacado miembro de los Comités Revolucionarios, uno de los pilares del régimen, sí pudo hablar en público. Dejó clara la determinación: "No somos como los tunecinos ni como los egipcios; no empleamos balas de goma, ni bombas lacrimógenas y cañones de agua; solo utilizamos balas reales".

Pero la revuelta continúa sobre todo en el este del país. Ayer estalló en Musratha, (340.000 habitantes), la tercera ciudad después de Trípoli y Bengasi, epicentro de la sublevación. También se contagió a una importante tribu, Werfella, en un país en el que Gadafi gobierna desde hace 42 años gracias a sutiles alianzas tribales.

En las últimas horas los manifestantes marcaron algunos puntos en Bengasi, el foco más rebelde. Ocuparon Quryna, el rotativo afín a Saif el-Islam, y se apoderaron de vehículos militares. Según todos los testimonios procedentes de los disidentes de Bengasi, la ciudad escapa ya al control de las fuerzas de seguridad. Los disidentes también han tomado tanques y grandes cantidades de armas y municiones del Ejército, según reconoció el hijo de Gadafi en el discurso. "Los criminales circulan incluso a bordo de blindados", dijo.

En las ciudades orientales Al Bayda, Darna y Ajdabiya, parte de las fuerzas de seguridad se han pasado al lado de los manifestantes. Los familiares de las víctimas mortales del miércoles y del jueves, pensaron que ellos también podían confraternizar con las fuerzas de seguridad.

Su excesiva confianza propició la peor matanza que se ha producido en Bengasi, narra un vecino de la ciudad que pide no difundir su identidad. Tras el entierro colectivo, los familiares de los muertos acudieron, el viernes al caer la noche, a la sede central de la policía. "¡Nosotros y las fuerzas del orden somos el mismo pueblo!", gritaban.

Un oficial de las fuerzas de seguridad salió del edificio, recuerda el vecino, y les dijo que sí, que "eran el mismo pueblo". Invitó a entrar a los que estaban en primera fila y cerró las puertas. "Mataron a 23 hombres", asegura. "Los difuntos tienen heridas de bala en la cabeza y en el pecho".

Como sucedió en El Cairo, en la plaza Tahrir, en Bengasi hay un lugar de protesta permanente. Es la plaza situada ante los juzgados, al norte de la ciudad. Allí llegaron a concentrarse hasta 30.000 personas, según el vecino de Bengasi citado, pese al temor de ser acribillados a balazos. Por la noche siempre permanece un retén.

Saif el-Islam se dirige a los libios en televisión.
Saif el-Islam se dirige a los libios en televisión.
Associated Press difundió ayer esta foto de cadáveres en Libia y precisó que la obtuvo de una persona que no trabaja para la agencia y que no se pudo confirmar ni el lugar ni la fecha.
Associated Press difundió ayer esta foto de cadáveres en Libia y precisó que la obtuvo de una persona que no trabaja para la agencia y que no se pudo confirmar ni el lugar ni la fecha.

Las amenazas

- "Esto va a ser peor que Yugoslavia y que Irak".

- "Vamos a luchar hasta el final. No vamos a dejar que se rían de nosotros ni Al Yazira ni Al Arabiya ni la BBC".

- "Los de Bengasi no tenéis petróleo. ¿De qué os creéis que vais a vivir?". ¿Queréis que pase lo mismo que en Corea del Sur y Corea del Norte?".

- "El enemigo extranjero, con el uso de Facebook, se ha unido con los opositores para imitar lo que

está pasando en otros

países árabes".

- "El Ejército está con Gadafi hasta el final".

- "Antes éramos todos libios. Ahora todos tenemos armas, también los criminales".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_