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Las cuentas empresariales de 2010

Iberia y British gastarán un 30% más en combustible en 2011

Una factura de combustible un 30% mayor en 2011 para International Airlines Group (IAG), la resultante de la fusión de Iberia y British Airways (BA). IAG gastará este año unos 5.100 millones de euros en queroseno, frente a los 3.900 millones que supuso ese capítulo en 2010. De ese incremento, entre 330 y 350 millones corresponde al aumento de capacidad (más vuelos) y el resto, a la subida del precio del combustible, lo que se traduce en un encarecimiento previsto de casi un 22%. Estas previsiones se han realizado sobre un precio del barril de Brent a unos 110 dólares.

El consejero delegado de IAG, Willie Walsh, explicó ayer, tras la presentación de los últimos resultados de las compañías por separado, que este asunto supone "un reto para todas las compañías" y que su aerolínea tiene contratos de hedging para el 76% del consumo en este primer trimestre y del 62% en el segundo, si bien no especificó a qué precio.

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El consumo del resto del año aún no está asegurado en un porcentaje tan alto, de modo que para el conjunto del año la cobertura alcanza el 53%. "Estamos siguiendo de cerca la inestabilidad política en Oriente Medio y su impacto en el precio del combustible", dijo Walsh.

IAG publicó ayer los resultados anuales de Iberia para todo 2010 (un resultado neto de 89 millones frente a pérdidas de 273 en 2009) y los nueve primeros meses del año fiscal de BA (170 millones de libras netos, unos 199 millones de euros, frente a pérdidas de 425 en el mismo periodo del año anterior). Además dio los resultados proforma del conjunto del año pasado para ambas empresas, que habrían obtenido 100 millones de euros después de impuestos, y el último trimestre de 2010.

Entre octubre y diciembre pasados ambas empresas habrían ganado unos exiguos seis millones de euros (frente a pérdidas de 114 millones en 2009), en parte debido a las cancelaciones por el mal tiempo y el plante de los controladores españoles, que suponen una merma de ingresos de 71 millones de euros, según IAG. Otros 119 millones de costes extraordinarios se atribuyen a la retirada de dos Boeing 747 de BA, los costes de reestructuración de Iberia (35 millones) y los gastos de la fusión.

Además se provisionan 43 millones para pagar los bonos del personal (no sólo consejeros y directivos, según Walsh).

Al margen de la escalada del precio del crudo, el consejero delegado de IAG señaló como otro reto importante para la compañía la transformación de la operación de corto y medio radio, que trae de cabeza a su homólogo de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano.

Iberia había anunciado la creación de una nueva compañía para alimentar la red de largo radio con menores costes que los actuales, pero ese proyecto quedó en suspenso mientras se negociaba con los pilotos para mantener esos vuelos de corto radio dentro de la antigua aerolínea española de bandera. Pero las negociaciones con el sindicato de pilotos Sepla han encallado y la compañía ha encargado a su participada Vueling una parte importante de sus vuelos nacionales y europeos para este verano.

Sánchez Lozano asegura que las conversaciones con los pilotos "no están rotas" pero avanza que pretende realizar un ajuste estructural y no recurrir a "chapuzas" que suponen solo una solución temporal. El presidente de Sepla-Iberia, Justo Peral, es pesimista respecto a la posibilidad de un acuerdo.

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