"Nadie puso pegas a los intrusos de los ERE que estaban desempleados"
Consejeros, delegados de la Junta andaluza, alcaldes, concejales, militantes del PSOE, sindicalistas... Al despacho de Javier Guerrero (El Pedroso, Sevilla, 1956) acudieron durante nueve años cargos de todo rango a reclamar dinero para amigos, compromisos políticos y empresariales. El ex director general de Trabajo de la Junta gestionó 196 expedientes de regulación de empleo (ERE) y ayudas directas a empresas con tres consejeros de Empleo: Guillermo Gutiérrez, José Antonio Viera y Antonio Fernández.
Guerrero asegura que para las subvenciones a empresas en crisis, dotadas por la Consejería de Empleo con 647 millones entre 2001 y 2010, utilizó la expresión "fondo de reptiles" como "un fondo para empresas en apuros. ¿Cómo voy a decir que la Junta trabaja con dinero negro e ilegal?".
Sobre la mayoría de los 41 intrusos descubiertos de momento en los ERE (personas que nunca trabajaron en las empresas beneficiadas), Guerrero admite una práctica irregular pero alega que algunos de ellos eran "criaturas desempleadas y ajenas" a las empresas, que incluía en el mismo paquete de las firmas para que así pudieran cobrar su póliza. Los exconsejeros "nunca dijeron lo contrario y nadie puso pegas" al respecto. "Los intrusos no son intrusos, son criaturas necesitadas de ayuda sociolaboral", remarca Guerrero, que reconoce la inclusión por su parte de personas ajenas a las empresas, pero se desmarca de la trama que destapó la policía y que se benefició con "hombres de paja".
Mientras, la Junta otorgó ayudas directas a empresas por más de 60 millones, a menudo, sin estudios de viabilidad ni control a posteriori del dinero. "Las ayudas directas las decidía el consejero", se exculpa. Sobre los controles previos, el ex director general alega que "a un tío medio asfixiado" no podía pedirle que invirtiera dinero en un estudio sobre la viabilidad de su compañía, y añade que a posteriori siempre mostró interés por saber cómo funcionaba la empresa "a través de contacto telefónico".
Guerrero afirma que visitó casi todas las empresas beneficiadas y aduce que "todos los sistemas son mejorables". Admite que la empresa Matadero de Sierra Morena -vinculada a un exconcejal socialista de El Pedroso, municipio del que Guerrero fue alcalde- recibió demasiado dinero en ayudas directas (nueve millones de euros).
Empleo destinó parte de ese fondo, para empresas en crisis, a los Ayuntamientos (el 90% de la provincia de Sevilla), pero Guerrero entiende que "no era malo y que nadie puso nunca ninguna pega". Se muestra "indignado" y opina que en la Junta "no tienen ni idea de lo que están hablando", mientras que en el PSOE, después de un momento de alarma, "han reflexionado".
El ex director general explica que los informes contrarios a las ayudas por parte de la Intervención General provocaron que Empleo propusiera nuevos borradores de decreto y de órdenes. Al ser rechazados, la consejería decidió seguir con el mismo y polémico sistema de ayudas.
