Último recuento, 114 objetores
La enorme polémica que levantó la asignatura de Educación para la Ciudadanía, en realidad nunca tuvo un gran impacto en las aulas, donde las cifras de objetores -al menos las que reportaron entre 2008 y 2009 las comunidades autónomas- no fueron significativas. En ese tiempo, este periódico hizo dos recuentos.
En el primero, en julio de 2008, se habían rebelado 48 alumnos en las siete autonomías (Andalucía, Asturias, Aragón, Cantabria, Cataluña, Extremadura y Navarra) en las que se había empezado a impartir la materia; el resto llegó en el curso siguiente, ya que las comunidades pueden elegir dar la asignatura en 2º o 3º de ESO.
El siguiente recuento fue en junio de 2009, unos meses después de que el Supremo negase la posibilidad de objetar a la materia obligatoria. Entonces quedaban unos 114 alumnos en toda España, aunque Galicia, Asturias y la Comunidad Valenciana no ofrecen datos. Solo en los cursos en los que se da Ciudadanía en Primaria y Secundaria, hay más de 800.000 alumnos en toda España.
En cualquier caso, aunque nunca haya estado generalizada, la objeción no deja de ser un problema, ya que los padres más aguerridos detractores de la asignatura ya advirtieron tras la sentencia del Supremo que no pensaban rendirse. Aseguraron que llegarían donde hiciera falta: "Al Tribunal Constitucional, al Tribunal Europeo o a la ONU", decía en enero de 2009 un padre de cinco hijos.
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