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La NASA pierde su satélite 'Glory' de estudio del clima

Un fallo de un cohete Taurus provocó ayer la destrucción del satélite Glory, de la NASA, que iba a tomar el pulso al cambio climático de la Tierra. El satélite se perdió de vista y los expertos suponen que se destruyó en algún punto del sur del Pacífico. El problema se detectó pocos minutos después del despegue del cohete, a las 11.09 hora peninsular, desde la base Vandenberg, de la Fuerza Aérea estadounidense, en California.

El jefe del lanzamiento, Omar Baez, informó enseguida de que no se había separado el cono de la punta del cohete que protege el satélite durante su vuelo por la atmósfera. Con la masa extra de esa estructura de protección, el Glory no pudo alcanzar su órbita y calculan que cayó en el océano.

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El satélite, con un coste de 300 millones de euros, tenía una masa de 500 kilogramos y medía dos metros de altura. Tenía que ponerse en órbita terrestre a 705 kilómetros y, con sus dos instrumentos científicos, tomar datos acerca de de la radiación solar que llega al planeta así como de las partículas en suspensión en la atmósfera, los llamados aerosoles. El lanzamiento había sido aplazado en varios intentos anteriores debido a problemas técnicos.

El cohete que ha fallado es un Taurus LX de la empresa privada Orbital Science Corporation, igual al que falló, y por la misma causa, en febrero de 2009, destruyendo en aquella ocasión otro satélite de la NASA también dedicado al cambio climático, el Orbiting Carbon Observatory (OCO). Tras aquel fracaso, los expertos definieron las modificaciones necesarias en el cohete para impedir que se repitiera el problema, modificaciones que se habían cumplido y probado satisfactoriamente el año pasado. Aunque los especialistas tienen ahora que analizar a fondo las causas del problema de ayer, los datos apuntan a que se repitió el fallo. Orbital también ha sido el constructor del satélite perdido.

El Glory, como el OCO, debía haber formado parte de una especie de tren de satélites de observación de la Tierra dedicados a diferentes aspectos del cambio climático. El programa, franco-estadounidense, arrancó en 2002 con la puesta en órbita del Aqua y ha perdido dos importantes elementos del conjunto, ambos de la NASA.

Los datos que hubiera podido tomar el Glory iban a servir para mejorar la modelización del clima y reducir las incertidumbres asociadas a los efectos calentamiento global. La NASA no ha dicho si se plantea construir un nuevo satélite para sustituir al que ha perdido.

Despegue del <i>Glory</i>.
Despegue del Glory.

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