Los olivareros estudian retirar el peor aceite para subir precios

El sector oleícola, cuya renta cayó el último año un 5,7%, lleva tiempo demandando sin éxito a Bruselas el almacenamiento privado del aceite. Es una medida de choque para hacer que repunten los precios en origen, cuya media es de 1,80 euros el kilo, muy por debajo del coste de producción, de 2,49 euros. Se trata de las cotizaciones más bajas de la última década. Además, la producción oleícola no para de crecer cada año con las nuevas plantaciones, y el mercado no absorbe todas las existencias pese a crecer las exportaciones.

Pero, por si fuera poco, un nuevo debate se ha instalado en el sector oleícola: ¿el almacenamiento de aceite debe ser temporal o definitivo? Ha sido el responsable del grupo del aceite de oliva del PSOE, el senador José Pliego, el que ha propuesto que se retiren del mercado los aceites de peor calidad y se destinen a otros usos industriales. "Se pone el 100% del foco en el almacenamiento privado, pero eso no es más que un teatro para no afrontar el problema de fondo", dijo Pliego, receloso de la eficacia de ese instrumento.

Algunas empresas convierten el lampante en virgen extra con químicos

Claro que, la propuesta del dirigente socialista persigue también otro objetivo: acabar con los fraudes que lastran la imagen del sector. Pliego hablaba de retirar los llamados aceites de repaso, los obtenidos en una segunda centrifugación del orujo graso húmedo. "Al repasar, la materia prima es un subproducto semi o fermentado, no una masa de aceitunas, por lo que el aceite de repaso así obtenido no puede denominarse aceite de oliva virgen. Habría que denominarlo aceite de orujo virgen", expone Juan Ramón Izquierdo en un estudio del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), donde se aboga por prohibir esta práctica de las almazaras.

"¿Si todo el mundo está de acuerdo en que la calidad es lo excepcional del aceite de oliva por qué los aceites de repaso son los que tienen más demanda?", se preguntaba José Pliego tras lanzar otro puyazo a las empresas oleícolas que recurren a la desodorización, esto es, un tratamiento químico para convertir un aceite lampante en virgen extra y obtener así un aceite "a la carta" según el mercado al que vaya destinado. "Las mezclas de aceite de oliva no están prohibidas en España, pero sí está prohibido que un consumidor compre una botella que pone virgen extra y no lo sea, porque cada cosa tiene un precio".

La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, ha calificado de "interesante" la iniciativa de retirar los peores aceites, pero el sector la recibe con cautela. "Es una medida buena y viable, pero es preciso un presupuesto para reparar el impacto que tendría en el orujo, que también lo producimos los olivareros", asegura Rafael Civantos, responsable del grupo del aceite de la COAG. También ve necesarias reformas legislativas porque, a su juicio, es la propia Unión Europea la que autoriza los procesos de desodorización entre las empresas oleícolas. Asaja pide que el aceite de orujo refinado se destine a biodiésel.