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Detenido el etarra que intentó derribar el avión de Aznar

Pistolas proporcionó a ETA un misil y también quiso asesinar a Edén Pastora

Jorge A. Rodríguez

Casi de rebote, ayer fue detenido en Francia el presunto etarra que entregó a un comando el misil tierra-aire con el que la organización terrorista ETA quiso derribar en 2001 el avión oficial en el que viajaba el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar.

Gregorio Jiménez Morales, de 56 años, apodado Pistolas, veterano y reincidente, fue arrestado por la policía francesa en colaboración con la Guardia Civil cuando se encontraba escondido en el domicilio en Bidache de Joseba Aguirrebarrena Ruiz de la Cuesta, Tarzán, otro veterano etarra cuyo hijo, Ibai Aguirrebarrena, había sido detenido unas horas antes en Bayona (también en Francia).

La detención se produjo en la tarde de ayer, después de que agentes franceses y guardias civiles españoles registrasen la casa de Aguirrebarrena, viejo amigo desde los años ochenta del arrestado. Pistolas parece elegir mal sus escondites: en junio de 2009 fue detenido cuando se ocultaba en casa de los supuestos autores de varios atentados contra intereses turísticos franceses. En aquella ocasión fue liberado poco después.

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Jiménez Morales tiene un largo historial, un alias llamativo y dos hitos en su carrera criminal: participó en los planes para matar, en los años 80 en Costa Rica, al exmiembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional nicaragüense Edén Pastora; el segundo episodio relevante, por el que ahora se encontraba en busca y captura, fue su papel clave en los tres intentos de la banda terrorista en 2001 de derribar el avión oficial de Aznar, en sendas ocasiones en las que este viajó al País Vasco.

Los terroristas llegaron a tener a tiro el aparato, e incluso activaron el botón de disparo, pero no consumaron el magnicidio por un fallo en el sistema de lanzamiento del proyectil Sam 7 Strela.

El etarra Pedro María Olano confesó en la Audiencia Nacional que Pistolas estuvo implicado en esos tres intentos. Se implicó en estas actividades criminales a pesar de que el 30 de junio de 1987 -tras ser devuelto a España desde Costa Rica por el intento de ataque contra Edén Pastora- fue condenado por la Audiencia a una pena de 13 años de prisión como autor de tres delitos de terrorismo.

En mayo de 1997 fue puesto en libertad por cumplimiento de condena. Volvió a la actividad terrorista, aunque su papel en la actualidad no está claro: hay distintas opiniones que van desde quienes piensan que era un miembro dirigente a los que están seguros de que es un alto cargo del aparato logístico.

El primer intento de atentado coincidió con una visita de Aznar al Palacio Euskalduna de Bilbao para el acto de apertura de la campaña electoral, el 29 de abril de 2001. ETA lo intentaría otra vez en Oiartzun, donde los terroristas trataron de aprovechar la presencia del presidente del Gobierno en el aeropuerto de Hondarribia, a donde se desplazó en avión para participar en un mitin el 4 de mayo en el Kursaal de San Sebastián. El último episodio fue durante la asistencia de Aznar el día 11 de ese mismo mes a un acto en el polideportivo Sansomendi.

Los misiles fueron hallados tiempo después en la granja de ocas en la que fue capturado Mikel Antza, el que fue uno de los más duraderos jefes de ETA.

Los investigadores comprobaron que el misil había sido accionado en tres ocasiones y que había fallado. Entonces no se sabía con seguridad para qué lo habían usado, y la intuición de que fue empleado para intentar matar a Aznar no se confirmó hasta el año pasado, con la confesión de Olano.

Este plan fracasó, como lo ha hecho años más tarde el intento de atentar contra el lehendakari, Patxi López, aprovechando los actos de homenaje celebrados en el primer aniversario del asesinato del inspector Eduardo Puelles, el pasado 19 de julio. El ataque había sido preparado por el comando de no fichados desarticulado la semana pasada en Vizcaya, que también tuvo entre sus planes colocar una furgoneta bomba colmatada de explosivos junto a las Torres KIO de Madrid; e intentar matar a un miembro de la Ertzaintza y a un juez (estos últimos asesinatos los descartaron tras comprobar que era muy difícil perpetrarlos y luego escapar).

La operación en la que ha sido detenido Pistolas, así como la desarticulación del comando Vizcaya, elevan a 28 los supuestos etarras arrestados desde que ETA declaró este pasado mes de enero el actual alto el fuego "general, permanente y verificable".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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