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PSE y PP ven "más cerca" el final de ETA mientras EA radicaliza su oferta

El 'abertzale' Txelui Moreno no suscribe el apoyo de Sortu a los amenazados

Hasta en sus momentos de mayor debilidad, como ocurre ahora con las detenciones de comandos operativos, ETA condiciona el discurso de los partidos vascos. De un lado, porque quienes siempre han dudado de la asfixia por inanición de la banda terrorista -PP, sobre todo; y PSE-EE, en menor medida- empiezan a admitir sin tapujos que "el final se acerca", como ayer mismo dijo Antonio Basagoiti, presidente de los populares vascos, en un encuentro con jóvenes de su partido. De otro, porque quienes otean en el horizonte un nuevo escenario para las posiciones soberanistas -EA, principalmente, y Aralar- aprovechan la agonía de la banda para radicalizar sus posiciones ideológicas.

EA, por ejemplo, presentó ayer una iniciativa por boca de su único parlamentario en la Cámara vasca, Juanjo Agirrezabala, para que los Ayuntamientos y Diputaciones vascas se personen en los procesos judiciales abiertos a raíz de denuncias de torturas presentadas por sus vecinos, y ayuden "efectiva, material o económicamente" al denunciante. Y para redoblar esta posición, hasta ahora defendida solo por Batasuna, apeló a reclamar la "presunción de inocencia" de los cuatro últimos presuntos etarras detenidos.

En el caso de Aralar, su coordinador general, Patxi Zabaleta, volvió a relegar el impacto de los éxitos policiales contra ETA al asegurar que "así nunca se acabará" con la banda terrorista "porque con ella hay que hablar por caminos políticos", añadió.

Mientras, en la izquierda abertzale surgen las dudas engendradas en su propia travesía. Un día después del pronunciamiento de Sortu contra los planes macabros del comando Otazua de ETA -eso sí, sin condenarlos-, Txelui Moreno fue menos contundente. Este portavoz navarro de la izquierda radical, que no pertenece a Sortu y es padre de dos hijos encarcelados por sus relaciones con actos violentos, recuperó un lenguaje propio de Batasuna para eludir cualquier respaldo a los objetivos potenciales de ETA, apostillando que no habla de "filtraciones policiales".

Para quienes sienten desde hace tiempo la amenaza directa de la banda, la situación actual es "positiva". El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, admite que "la importancia de las detenciones de Francia nos acerca un poco más al final de ETA". Su socio en el Gobierno vasco, Antonio Basagoiti, prefiere usar un doble lenguaje, políticamente intencionado, y "negar toda credibilidad a Sortu" y así alejarlo de los comicios de mayo, pero apoyar la presión policial "para asfixiar a ETA".

Basagoiti, en el centro, junto a miembros de Nuevas Generaciones.
Basagoiti, en el centro, junto a miembros de Nuevas Generaciones.L. A. G.
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