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Un incendio arrasa 300 hectáreas en el Parque Natural do Xurés

El Xurés arde también en el invierno. El Parque Natural ourensano, declarado Reserva de la Biosfera, que este verano fue pasto de las llamas, sumó ayer 343 nuevas hectáreas calcinadas en la parroquia de Requiás (Muíños), en plena Serra de A Barxa, zona protegida. El fuego llegó hasta Salgueiros, el poblado emblemático cuya reconstrucción inició el bipartito y ha paralizado ahora el Gobierno gallego. Además, las llamas bordearon también el Xurés en la localidad de A Illa (Entrimo) calcinando 48 hectáreas de monte. En Padrenda ardieron 52 hectáreas y en el ayuntamiento pontevedrés de Mondaríz, otras 25.

El alcalde de Muíños (la localidad más afectada), Plácido Álvarez, del PP, sostiene que los conatos de incendio son constantes este invierno y asegura que en los últimos 12 días se registraron "cerca de una docena"de fuegos. En su opinión, esto "solo beneficia a los ganaderos portugueses, que tienen así más pasto". "Sin querer acusar directamente a nadie", matiza, Álvarez dirige sus sospechas a los ganaderos lusos. El regidor va a pedir la ayuda de la Subdelegación del Gobierno, de la Consellería de Medio Rural y del presidente de la frigresía portuguesa de Pitoes.

El alcalde Muíños pretende recabar el apoyo de instituciones gallegas y portuguesas "para poner vigilancia constante que evite los fuegos y poder llevarnos todos como buenos vecinos". "Todos los conatos de fuego, y también este último, son en el mismo entorno", precisa el alcalde. El incendio de su municipio, localizado en la parroquia de Requiás, limítrofe con Portugal, así como el de A Illa -que también linda con el país vecino- comenzó en la noche del jueves y fue extinguido a media tarde de ayer. Para sofocar el fuego de Muíños trabajaron 10 agentes forestales, 13 brigadas, cuatro helicópteros, dos aviones, nueve motobombas y una pala.

En el de Entrimo -que, según la primera valoración de la Consellería de Medio Rural, afectó a 48 hectáreas de monte raso y 0,10 de arbolado- trabajaron dos agentes forestales, una motobomba y un helicóptero. El fuego de Padrenda afectó a la parroquia de San Pedro da Torre, donde ardieron 52 hectáreas, de las que solo tres eran de arbolado, según datos de Medio Rural. Para sofocarlo fueron necesarios dos helicópteros, una motobomba, cinco brigadas y tres agentes forestales.

Representantes de este colectivo ya han expresado su malestar por las quemas controladas que realizan las propias brigadas de Medio Rural a través de la empresa pública Seaga. Recientemente, las llamas de uno de esos fuegos controlados por la Xunta quemaron un tramo protegido en la Vía de la Plata, en el término municipal de Xunqueira de Ambía.

Mientras los incendios forestales se sucedían en la jornada de ayer, la policía autonómica detenía a la presunta autora de un incendio en el municipio ourensano de A Gudiña. La mujer fue detenida cuando realizaba una quema "sin las precauciones adecuadas". El fuego se extendió por las fincas vecinas en un entorno de un kilómetro y las llamas alcanzaron un tramo de la A-52, que fue cortado al tráfico durante horas.

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